El domingo, antes de la medianoche, una ambulancia del hospital de Simoca salió de urgencia hacia una casa de Balderrama, donde había un menor tendido en el piso, con un tiro en la cabeza.

El muchacho fue ingresado a la guardia y su madre se quedó hablando con los policías. Ella contó que su hijo tiene 16 años y que minutos antes había tenido una fuerte discusión con su novia de 14. Al parecer, la adolescente le habría exigido al muchacho que dejara de tomar bebidas alcohólicas. Luego vino el disparo, con un revolver 32 corto. La mujer dijo que cree que su propio hijo se apuntó a la sien y se disparó. Sin embargo, el caso será investigado por la Justicia y por la Policía. Una de las primeras medidas que tomó criminalística fue la de preservar la escena del lugar donde recibió el tiro.

Los médicos estabilizaron al menor y le informaron a los familiares que tenía un orificio de entrada en el cráneo pero no de salida, por lo que la bala todavía se encuentra en su cabeza. Fue derivado al hospital Padilla, donde se recupera.