La hermana Bernardita participó por primera en un Congreso Eucarístico. Llegó desde Concordia, Entre Ríos, en uno de los seis colectivos que salieron desde ese lugar, y cumplió con los distintos talleres que tenía programado durante su estadía en Tucumán.
La religiosa franciscana educacionista de la Diócesis de Concordia -así se presentó- tampoco faltó ayer al cierre del encuentro nacional de la iglesia católica. Fue una de las decenas de miles personas que arribaron al hipódromo de la provincia. Recorrió, apoyada a su bastón, el largo camino de ingreso al centro hípico administrado por la Caja Popular de Ahorros (CPA). A su lado, Mercedes, su acompañante, la seguía con cuidado y atención. “Este es el primer Congreso Eucarístico al que concurro. Participé en otra jornada que se llevó a cabo en 2002, pero se trató de un precongreso. También fui a congresos misioneros”, dijo la hermana, de 83 años.
“Fue una hermosa estadía. La atención de la familia que nos hospedó fue muy buena. Me sorprendió también la gran cantidad de gente que estuvo en el Congreso”, dijo sobre su visita a la provincia.