El imputado en la megacausa “Operativo Independencia” Jorge Omar Lazarte dejará de estar recluido en el penal de Marcos Paz (Buenos Aires) para pasar a estar alojado en su domicilio. Sobre el ex militar, que participa del juicio mediante videoconferencia, pesan dos condenas -no están firmes- por delitos de lesa humanidad (en “Arsenales II-Jefatura II” y en “Villa Urquiza”).
El Tribunal Oral Federal (TOF) resolvió esta situación tras la audiencia del viernes. Dispuso, además, que sea incluido en el programa de vigilancia electrónica (mediante el uso de una pulsera).
La semana pasada, los jueces Gabriel Casas (presidente), Carlos Jiménez Montilla y Juan Carlos Reynaga habían dispuesto -también por unanimidad- las mismas condiciones de prisión preventiva para otro condenado por delitos de lesa humanidad. El ex militar Carlos Eduardo Trucco -su defensor es el abogado Facundo Maggio- estaba recluido tras ser condenado a 14 años también en la megacausa “Arsenales II- Jefatura II”. Este caso fue tomado como antecedente por los jueces. “Entendemos que lo más ajustado a derecho resulta el mantenimiento del encarcelamiento preventivo bajo la modalidad morigerada de prisión domiciliaria con la implementación del sistema de vigilancia electrónica”, manifestaron los jueces en su resolución. Añadieron que Lazarte participará del proceso oral mediante teleconferencia desde los tribunales de Comodoro Py.
Los defensores oficiales Manuel Bonnin, Vanessa Lucero y Martín Galliano habían requerido originalmente que Lazarte fuera excarcelado. Argumentaron que no existía riesgo de fuga o posibilidades de que entorpeciera el curso de la investigación. Además, dieron cuenta de que tiene 71 años y que vive una situación familiar particular, al tener un hijo con discapacidades mentales a su cargo.
El fiscal Pablo Camuña, titular de la procuraduría de Crímenes contra la Humanidad de Tucumán, había pedido que se rechazara el planteo. Había consignado que acumulaba condenas por 10 y 18 años y que estaba siendo juzgado lo que daba cuenta de un “riesgo procesal”. Había advertido que se debía tener en cuenta la naturaleza de los crímenes por los que fue condenado y que los perpetradores procuraban la impunidad. Había remarcado también que los informes médicos señalaban que el acusado estaba bien de salud.
Por último, había observado que el hijo de Lazarte vive internado en un centro de día. Está previsto, tal como ocurrió con Trucco, que la Fiscalía concurra a Casación para revertir la situación.
Lazarte es juzgado por estos días en el contexto de la megacausa que aborda hechos del Operativo Independencia, la incursión militar en Tucumán ordenada por la ex presidenta Estela Martínez de Perón en 1975. Está acusado como autor material por delitos contra dos víctimas y, por otro lado, como autor mediato de 133 casos de violación de domicilio, 207 casos de secuestros, 175 de aplicación de torturas y 88 de homicidios.
La acusación le atribuyó en todos los procesos orales el rol de “supervisor militar” del D2 y el haber sido subjefe de policía cuando en la Jefatura funcionaba un centro clandestino. El acusado negó en varias oportunidades el haber tenido esas funciones. Declaró también en la última audiencia. Manifestó que era un “preso político” y afirmó ser víctima de una “persecución judicial” porque hasta 2003, dijo, no hubo procesos por “los hechos de una guerra de los años 70”.