ACTÚA HOY Y MAÑANA
• A las 22 y a las 20, respectivamene, en el Teatro Mercedes Sosa (San Martín 479).


Montar una obra en el Luna Park, un espacio tradicional del boxeo, ya marcaba toda una audacia, pero hacerlo en condiciones de superproducción quedó registrado como el primer esfuerzo artístico realizado en esas condiciones. A aquella patriada se animaron Pepe Cibrián Campoy (guionista y director), Ángel Mahler (compositor) y Tito Lectoure (productor).

Desde entonces, más de tres millones de personas presenciaron “Drácula, el musical”, tanto en España como en algunos países de Latinoamérica, hasta hoy, cuando cumple 25 años.

De todos modos, su creador insiste en que más allá de tratarse de una superproducción, lo que importa es el contenido de la obra. “Drácula tiene una magia, algo que no se puede analizar”, le dijo Cibrián a LA GACETA.

Cibrián Campoy y Mahler conformaron la dupla más famosa y exitosa y fueron los hacedores de grandes sucesos como “Las Mil y Una Noches”, “Otelo”, “El Jorobado de París”, “Dorian Gray” y “El Fantasma de Canterville”. Drácula está protagonizado por Juan Rodó, como hace 25 años. En su momento, en los roles femeninos se destacaron durante años Cecilia Milone (Mina) y Paola Krum (Lucy), papeles que ahora interpretan Candela Cibrián y Luna Pérez Lening, respectivamente.
  
- ¿Cómo vivís estas Bodas de Plata de Drácula?

- Estamos muy bien, muy contentos, sobre todo con esta gira que por distintas provincias. Que una obra cumpla 25 años implica mucho para la gente y para el país; es una obra que mantiene su vigencia en la sociedad, y es algo que me trasciende. Cada cinco años lo hacemos, después volveremos a los 30. Cinco años es el tiempo necesario porque lo nuestro es un homenaje permanente. Moriré y seguirá habiendo Drácula. Ahora vienen las hijas o nietas de los que vieron la puesta en el 91. No sólo hay gente grande, sino chicos muy jóvenes. No hay obra en el país que haya generado todo esto.

- Sí, y con las condiciones de superproducción en que se planteó... Se habló de una inversión de un millón de dólares.

- Pero lo que trasciende a una obra es su contenido; es lo que más conmueve a la gente: es la obra, la música, es un clásico. He recreado el teatro musical a partir de esta propuesta. Como siempre digo, la producción puede ser súper, pero más allá de estas condiciones, lo que trasciende es su contenido. La producción aporta y no poco, pero lo que importa es el bizcochuelo. Drácula tiene una magia que es algo que no se puede analizar. Tuve el privilegio de encontrarme con Drácula, que, insisto, tiene un algo que hace que la gente se emocione.

- ¿Es el mismo Drácula de hace 25 años?

- No, claro que no, cambia el hombre, la visión de la vida, la mía no es igual hoy que hace 25 años. La dramaturgia tuvo que hacerse en un vértigo muy particular, como fue llevar al teatro una novela, algo que fue muy atractivo para mí…

- ¿Y en el escenario se expresa este cambio?

- Hace 25 años mi visión de Jonathan y Mina era diferente, eran una pareja muy romántica, con mucha pureza, pero ahora no tengo una visión tan angelical. Cambié muy pequeñas cosas, incorporé frases y un par de situaciones. Pero es difícil tocar la obra con cambios radicales, porque a la gente no le gustaría y no son pocos los que se la saben de memoria.

- ¿Hay una fórmula para el éxito?

- No, por supuesto que no, el éxito no tiene lógica, es imposible que la haya, y está bien que así sea, porque ahí está el juego. Es como una ruleta, porque el teatro es lanzarnos a la vorágine, a un gran juego.

- Las salas y el teatro viven un difícil momento.

- Sí, el país está en una situación complicada y hay salas en peligro, pero sobre todo las alternativas. Hasta ahora, que yo sepa, los éxitos no han sido afectados. Hemos pasado por estas situaciones antes, no es la primera vez que hay crisis, siempre viví en crisis, pero es un país surrealista, porque a pesar de todo, se sigue, el país continúa y sale adelante. Hemos superado muchas crisis.

- ¿Cuál es tu próximo trabajo?

- “Lord”, una pieza que hice con el músico Santiago Rosso y lo protagonizamos con Georgina Barbarossa. Está dirigida por Ricky Pashkus, lo cual es muy grato para mí. Ya tomé la decisión de que otros se hagan cargo un poco de mí, y estoy muy contento con que me dirijan y no tener que hacerlo yo.