Siempre es positivo cuando en una comunidad se abra una sala que sirva de expresión para las distintas manifestaciones del arte. En contrapartida, es negativo cuando una de ellas se cierra y por tiempo definitivo. En esta última situación se halla la sala Templo del Sol, de La Red Lules Teatro. Según sus responsables, en pocas semanas se entregará el inmueble a su propietario, que lo cedió en calidad de préstamo en el año 2000, y que ahora será vendido.

La sala, rediseñada en forma integral por el arquitecto Juan Carlos Malcun, uno de los referentes de la escenografía tucumana, e investigador y docente de la Facultad de Artes de la UNT, y se reinauguró en noviembre pasado. Se consignó que el dueño de la propiedad es uno de los benefactores la institución y que la cedió para fomentar el desarrollo del proyecto cultural, social y comunitario de La Red Lules. Por deudas, se ve obligado a vender el inmueble.

El grupo independiente de San Isidro de Lules, que impulsan Soledad Benegas y José Luis Alves, ha cumplido 17 años de trayectoria continua. Ha puesto en escena más de 70 obras teatrales, ha sido la caja de resonancia para espectáculos de música, danza, acrobacia aérea. Sus integrantes se han presentado en clubes, escuelas, plazas y en las Ruinas de San José de Lules, con puestas referidas a los pueblos originarios. En dos años consecutivos obtuvieron por su labor el premio nacional al teatro comunitario, otorgado por el Instituto Nacional del Teatro. ?Con tantos años de lucha, con la inversión humana de tanta gente que apostó y apuesta por este lugar maravilloso que tanto nos da, alguien tiene que ampararnos. Acabamos de realizar una enorme inversión y no se pueden cerrar los talleres que llevan años brindando alegría y arte?, señala Benegas.

Así como este auditorio en plena actividad quiere sobrevivir, en San Miguel de Tucumán hay algunos que han quedado fuera del circuito cultural, como la sala Paul Groussac, donde el Teatro Estable estrenó en 1979 ?Mi bella dama?, una de las piezas de mayor éxito que se mantuvo en cartel dos años, y en 1981, ?Cyrano de Bergerac?, en versión del mismo elenco. El salón de la Sociedad Sarmiento está inactivo desde hace varios años; en ese auditorio actuaron celebridades como el pianista Arthur Rubinstein. El centro cultural Juan B. Terán fue desmantelado para la construcción de los túneles de las calles Mendoza y Córdoba. La sala Hynes O?Connor, que funciona en la Casa de la Cultura, podría ser empleada para teatro leído o para audiciones musicales de cámara. Existen otros recintos como el teatro Alfredo Guzmán, ubicado en la Banda del Río Salí, a pocos minutos de la plaza Independencia, que tampoco se ha integrado al circuito. Allí se presentaron en varias oportunidades en la década de 1980 el Teatro Estable de la provincia y la Orquesta Sinfónica de la UNT. Esta sala, así como la Paul Groussac que depende desde de la Facultad de Artes de la UNT, podrían ser recuperadas para la movida cultural.

En el caso del Templo del Sol, el Estado -sea el municipio o la Provincia-, y los empresarios de la zona podrían colaborar en la búsqueda de soluciones alternativas para que evitar que la actividad de este grupo teatral no se resienta por la falta de una sede. En este año del bicentenario de la independencia, sería una buena noticia para los luleños que el arte siguiera teniendo una casa donde respiren todas sus expresiones.