La fecha libre del fin de semana pasado fue bálsamo para unos Jaguares que arrastraban el desgaste físico y mental de una gira de un mes por Nueva Zelanda y Japón. Y aunque el partido contra los Kings vio a la franquicia argentina ganar por primera vez de forma holgada, a estas alturas del Súper Rugby el trajín de la competencia y de los miles de kilómetros en aviones ya empieza a pasarle factura a los jugadores.

El de hoy a las 17.40, contra Sharks (en vivo por ESPN 2), será el décimo partido de los Jaguares en el torneo. Es decir, recién estamos en mayo y el plantel profesional de la UAR ya ha jugado casi la misma cantidad de partidos que venían disputando Los Pumas en un año entero, entre ventanas y Rugby Championship (12). El salto de esa docena a los 27 partidos internacionales de máximo nivel que tiene el calendario anual de la UAR a partir de 2016, entre Pumas y Jaguares, conlleva un rodaje invaluable para los jugadores argentinos, pero también un impacto físico mucho mayor, teniendo en cuenta que actualmente los jugadores de la franquicia y del seleccionado son en su mayoría los mismos.

“Veremos cómo llegan a noviembre. Recién ahí podremos hacer un balance completo de hasta qué punto nos repercutió física y mentalmente este nuevo calendario, y a partir de eso planificar cómo afrontar el de 2017”, postergó Pedro Gauna, quien estuvo como médico del plantel en la gira.

El “Zorro” conoce bien el paño, ya que está ligado a los equipos nacionales desde hace varios años. “Se evolucionó mucho en la preparación con respecto a cómo era en la Vodacom Cup, por ejemplo. Ahora es mucho más estricto todo. Los Jaguares tienen la mejor preparación física, están alimentados con lo mejor, mucho más controlados...son realmente purasangres”, asegura Gauna.

No obstante, admite que ese impacto físico puede tener mucho que ver en este difícil arranque. “Pasar de seis partidos al año a 12, y luego a 27, no es poca cosa. Ese nivel de exigencia que le agregaste al jugador necesita una adaptación fisiológica. Y eso se logra con entrenamiento y fundamentalmente, con tiempo. En el Súper Rugby se juega a un ritmo al que nuestros jugadores no estaban acostumbrados. Y a eso tenés que sumarle que los otros equipos juegan hace mucho tiempo y tienen mañas que nosotros no tenemos. Son muy vivos para manejar la obstrucción, la camiseteada y demás trampitas. Se las saben todas, hasta como hablarle al árbitro. Y eso hace la diferencia”, sostiene el “Zorro”.

Minuto a minuto

Para sobrevivir a las exigencias físicas del Primer Mundo del rugby, los entrenadores de la UAR tuvieron que afinar al lápiz para evaluar, caso por caso, hasta cuántos minutos puede y debe un jugador estar en cancha y cuándo debe ser desafectado para reducir el riesgo de lesiones graves. Así fue que, por ejemplo, jugadores importantes como Nicolás Sánchez y Tomás Lavanini fueran devueltos al país en medio de la gira.

Otros, como Roberto Tejerizo y Lucas Noguera Paz, debieron quedarse al margen por lesiones traumáticas. “Sí, el ritmo y el roce son otros, pero con el tiempo nos iremos acostumbrando. Nos hemos preparado muy bien. Es un calendario largo, pero es lo que queríamos. Tenemos plantel, lo que nos falta son ajustar detalles. Son cosas de todo comienzo, como nos pasó en el Championship”, redondeó Tejerizo.

PUNTO DE VISTA

Será hasta que se adapten

Emmanuel Galías - Preparador físico


Este equipo de Jaguares tiene una base importante de Los Pampas con los que tuve oportunidad de trabajar en 2012. Desde entonces, el volumen de trabajo en los entrenamientos ha ido en aumento, así como el número de minutos de juego, lo que a la larga puede llevar a la fatiga. Por eso a este nivel se lleva muy bien la cuenta de los minutos de juego y entrenamiento de cada jugador en cada semana, y de acuerdo a eso se los va rotando para reducir el riesgo de lesiones. Hay un nomenclador que, en base a esos datos, te advierte que tal o cual jugador ya esté o en breve puede estar con un estrés suficiente como para predisponerlo a una lesión. Es el momento en que al jugador lo tenés que parar.

Si nos ponemos a ver, los lesionados no han sido tantos, y en la mayoría de los casos no fueron por sobrecarga sino por situaciones más bien accidentales, de mala suerte. Puede ser que los primeras líneas sean los que más sufren el impacto, pero en la mayoría de los casos son lesiones tramáuticas, es decir, por golpes.

Personalmente, creo que los Jaguares están perfectamente a la altura de sus rivales en el aspecto físico. Las derrotas se debieron a que no se jugó bien. Y también hay que considerar que los rivales juegan desde hace mucho más tiempo y estan más adaptados a tanto rigor físico como a las destrezas y a la velocidad, y seguramente por eso tienen un porcentaje de lesiones más bajo. Lo que les está pasando a los Jaguares hoy es completamente normal. Están sufriendo los efectos de la adaptación.

PUNTO DE VISTA

La preparación es muy buena

Guillermo González - Médico

Lo que observo es que la preparación física que tienen los Jaguares es muy buena. Lo que sí, la dinámica y la dureza es superior. Los equipos del Hemisferio Sur son muy duros en el contacto, y eso seguramente repercute en el número de lesiones.

Hay que distinguir las lesiones musculoesqueléticas, que se producen por efecto de la sobrecarga, de las traumáticas, que se producen por golpes. Las primeras se vuelven más frecuentes a medida que va avanzando la competencia, sobre todo si se trata de una larga como el Súper Rugby. Incluso en un mismo partido, son más frecuentes en el segundo tiempo, cuando el jugador está más cansado. A partir de los 15 o 20 minutos del segundo tiempo, se intensifica la tarea del médico, que debe estar atento a qué jugador está físicamente agotado y tiene más riesgos de lesionarse.

De todos modos, me parece que la rotación que se está haciendo es muy buena. La mayoría de las lesiones que sufrieron los Jaguares fueron traumáticas. Para mí, se deben a dos causas, principalmente. La primera es que se trata de una competencia nueva y distinta para nosotros. La segunda, es el factor suerte, que sin duda también tiene que ver. Y si querés le podés agregar una tercera, que es la mayor envergadura física natural de los neozelandeses, australianos y sudafricanos.

Esto es un aprendizaje constante, no sólo para los jugadores, sino también para los entrenadores y demás miembros del staff. No hay dudas de que con el tiempo todo irá saliendo mejor.