La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, habló en Brasilia luego de la suspensión que dictaminó el Senado brasileño esta madrugada.

“Esto es un verdadero golpe de estado”, manifestó en un duro discurso que pronunció acompañada por los miembros de su gabinete.

“Se abrió un juicio político contra mi mandato; está en juego la Constitución”, aseguró ante periodistas de todo el mundo.

En otro tramo de su discurso dijo que está orgullosa de ser la primera mujer presidenta de su país. “Soy una persona honesta y decente; no hay razón para un juicio político. Me juzgan por lo que la ley autorizó, me juzgan injustamente”, dijo en referencia a los cargos por los que se las acusa.

Insistió en que su destitución es un golpe de estado y que el objetivo real es impedir que se ejecute el programa político que eligieron millones de brasileños al votarla a ella.

“Voy a luchar para ejercer mi mandato hasta el fin”, concluyó.