El historial de multas realizadas por la Municipalidad desde 2013 hasta este año abre al menos dos hipótesis principales: o bien los tucumanos hemos aprendido a cumplir con las normas de convivencia; o bien los controles oficiales se han ido relajando progresivamente. Estas dos posibilidades surgen de leer los datos aportados: salvo en dos reparticiones, en la gran mayoría de los casos las actas de infracción fueron disminuyendo notoriamente año a año.
Los datos cuantitativos y comparativos fueron sistematizados en virtud de un pedido realizado por José Luis Avignone, secretario de Relaciones Institucionales del municipio capitalino. El radical solicitó en el Tribunal de faltas el total de infracciones que llegaron por año desde 2013, organizadas según repartición: Tránsito, Transporte, Dipsa, Catastro, Obras Públicas, Espacios verdes, Urbanidad e Higiene, Defensa Civil y el área de Vía Pública de la Dirección de Tránsito. Excepto en Obras Públicas y en Urbanidad, donde las infracciones fueron aumentando año a año, en el resto de las reparticiones fueron disminuyendo. Consultado acerca de los motivos de este decrecimiento, Avignone respondió -a título personal- que aparentemente se trata de un poco de las dos cosas: que los tucumanos nos estaríamos portando mejor pero también que disminuyeron los controles.
Las cifras más llamativas por la disminución que sufrieron son las vinculadas con las infracciones labradas por la Dirección de Tránsito, la Dirección de Producción y Saneamiento Ambiental (Dipsa) y Catastro. En el primer caso, las actas se redujeron de 60.649 en 2013 a 35.450 en 2015, es decir que los números cerraron el año en un poco más de la mitad comparado con el período inicial de la comparativa. Algo similar sucedió en Catastro, donde bajó de 1.205 actas en 2013 a 522 en 2015.
En los papeles
En el Tribunal de Faltas no ha llamado la atención la disminución de infracciones, según dijo su titular, Marcos Alzabé. “Quizás sea porque como las multas aumentaron su valor, en los balances finales termina siendo más o menos similar”, analizó. El funcionario no pudo explicarsi los números responden a una mejor conducta de los contribuyentes o a que se hayan disminuído los controles. “Nosotros juzgamos las actas que llegan, quienes están en la calle son los inspectores de las reparticiones”, explicó.
La única repartición que duplicó el número de actas entre 2013 y 2015 fue Obras Públicas. Al igual que Alzabé, el titular de esa cartera, Luis Chrestia, informó que ese incremento se explica principalmente por las infracciones realizadas a la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), proveedora del servio de aguas y cloacas en la provincia.
“La empresa no respeta las normas municipales: por un lado rompe calles sin pedir a respectiva autorización, pero además, cuando hace las reparaciones en la red, no deja las calzadas en las condiciones que debería. La SAT tiene la obligación de rellenar con material seco y dejar una capa de al menos 15 centímetros de hormigón para que la Municipalidad haga únicamente la capa asfáltica, pero no lo hace porque arguementa que no tiene recursos. Es algo preocupante, que la Municipalidad y a los usuarios les genera muchos perjuicios”, refunfuñó Chrestia.
Las multas a esa compañía, según Alzabé, son cuantiosas: nunca menos de $10.000. “Pero nunca las paga, las apela y se termina judicializando”, informó el titular del Tribunal.
Para la SAT, en resumidas cuentas, esas faltas se deben al incremento de las solicitudes de reparación y a la necesidad de actuar cuanto antes. “Las situaciones de falta de agua potable y desbordes cloacales internos (en los domicilios) solicitadas por los clientes, deben ser resueltas en el menor tiempo posible. Ese es el objetivo principal de esta prestadora de servicio”, explicó la compañía en un comunicado. “Estos objetivos son monitoreados por los organismos de contralor con tiempos límites a cumplir, distinguiendo entre situaciones de operación y mantenimiento con situaciones que requieren obras de infraestructura cuyos plazos de resolución son más largos”, agregó.