La primera nevada del año sorprendió en pleno otoño a los pobladores de Tafí del Valle y alrededores. El lunes a las 20 comenzaron a caer los primeros cristales que, en pocas horas, pintaron de blanco la zona. El fenómeno meteorológico se desató cuando el termómetro marcaba una temperatura de cero grado y faltan aún 50 días para el inicio del invierno. El imponente paisaje fue disfrutado principalmente por los pocos visitantes que permanecían descansando en la villa turística. Y lo sufrieron los lugareños que todavía no tenían en resguardo leñas para el fuego. “Tenía previsto salir a El Alisal dentro dos semanas para juntar troncos que lo troceamos. Hay que tener bastante si uno no quiere pasar feo todo el invierno. Y la nevada se nos anticipó. Hemos tenido que quemar toda la poca leña que nos quedó del año pasado” comentó José Eduardo Ramos de La Quebradita. El hombre advirtió que los que se quedaron sin ese combustible natural pueden sufrir una situación angustiante si se da la helada que se preveía para anoche. “El cielo se está despejando y eso indica que cuando se oculte el sol el frío de la helada nos va a congelar hasta el pensamiento”, apuntó con ironía.

Hasta cerca del mediodía, para ir a Amaicha Valle por la ruta 307 había que circular con extrema precaución en el tramo que se extendía desde La Quebradita hasta El Infiernillo, en razón de la nieve acumulada en la carretera. También era un riesgo la importante cantidad de animales sueltos. “La verdad es que fue una hermosa sorpresa que se da en el mejor momento: el de las pequeñas vacaciones que nos hemos dado. Salimos con pocos abrigos porque no pensamos jamás en una nevada”, comentó Pablo Jiménez, de la capital catamarqueña. “Este paisaje que dibuja la nieve es único en esta región. La verdad que es una enorme bendición poder estar disfrutándolo en este momento, de paso a Amaicha” dijo, por su parte, Elvira Díaz.

Los pobladores que están instalados en Tafí del Valle desde hace más de 30 años aseguraron que no recuerdan que en algún año haya nevado antes de la mitad del otoño. “Nuestros abuelos nos hablaban de terribles nevadas pero siempre que sucedieron durante o a fines del invierno. No recuerdo que me haya contado algo de una nevada en el otoño”, confió Pablo Díaz, un empleado gastronómico de la villa turística. El anticipado fenómeno climático hace prever a los vallistos un invierno crudo y con mucha nieve. “Y bueno; aquí siempre esperamos que haya bastantes nevadas, principalmente en julio, porque es lo que acerca hasta a los turistas”, dijo el empresario Daniel Carrazano.

Un sueño de miles de tucumanos que han crecido en este territorio tropical es “conocer la nieve”. El regalo llegó a los Valles antes que el invierno