ROSARIO.- “No estoy contento porque salió un partido malo”, fue sincero Eduardo Coudet. El empate sin goles entre Newell´s y Rosario Central conmovió sólo por ser el clásico rosarino, porque en el juego fue bastante pobre.
Newell’s jugó mejor y dispuso de la tres llegadas más claras, pero el arquero Sebastián Sosa, en dos de ellas, y el marcador lateral Víctor Salazar, en el final, salvaron a Rosario Central. Ambos apostaron a la fricción para desconcentrar al rival y en más de una ocasión, las patadas fueron protagonistas de las jugadas.
El empate parece castigar más a la “Lepra”, que tuvo tres jugadas peligrosas contra dos de Central, que quedó a cinco puntos de los líderes de la Zona 1, luego de un clásico rosarino tan apasionante como violento, en el que el arbitraje localista de Fernando Rapallini permitió todo tipo de faltas. El “Canalla” extendió a 10 partidos su invicto ante el máximo rival.
Faltó el gol
“Estoy convencido que merecimos ganar, que superamos al rival, no vi disparos de Central al arco. Se llevaron un punto de regalo”, puntualizó Diego Osella. “Fuimos superiores, pero nos faltó el gol, algo que viene sucediendo”, agregó el técnico. (Télam)