El emblemático empresario kirchnerista Lázaro Báez cumplirá el martes su tercera semana de detención en el penal de Ezeiza, acusado de presunto lavado de activos, en el marco de una causa que arroja diariamente sorpresas. La investigación que comanda el juez federal Sebastián Casanello cobró impulso súbitamente a partir de la difusión de los videos en los que allegados al histórico amigo de Néstor Kirchner cuentan millones de dólares y de euros en una financiera, y de la declaración como arrepentido del presunto “valijero” de Báez, el mediático Leonardo Fariña.
Aunque la causa se encontraba bajo secreto de sumario, esta semana se difundió de manera completa el testimonio del ex esposo de la modelo Karina Jelinek. En un texto de 85 páginas, el ahora testigo protegido del Estado nacional detalló cómo -siempre según su versión- era la operatoria del kirchnerismo para lograr el “vaciamiento de las arcas públicas mediante la obra pública”. Fariña vinculó al fallecido ex presidente Kirchner; a su esposa y dos veces ex jefa de Estado, Cristina Fernández; al hijo de ambos, el diputado Máximo Kirchner; al ex ministro de Planificación, Julio de Vido; y al entorno de Báez.
De acuerdo al valijero, Báez construyó junto a Néstor Kirchner un mecanismo para generar dinero “negro” a través de la obra pública. Pero cuando el ex presidente murió, comenzó a hacer maniobras financieras para sacar esos fondos al exterior. Ese, relató, fue el punto de quiebre en la relación con Cristina y su hijo Máximo.
Fariña dijo que Báez comenzó a controlar nuevas empresas constructoras de Santa Cruz para tener el control de las licitaciones. Así, generaba el dinero “negro” a través de sobreprecios y de los adelantos de obra. “Eran el retorno que se debía pagar por la adjudicación de las obras”, planteó. Luego, se sacaba dinero en efectivo del circuito legal. “Debía generar el gasto ficticio para sacar del circuito”, relató.
“Desde que empecé a trabajar en Austral Construcciones me comencé a meter en el mundo de la obra pública. Puedo asegurar que esto se transformó en la caja primordial de lo que sería el gobierno que inició Kirchner”, le dijo Fariña a Casanello el 8 de abril. Según el arrepentido, la operatoria tenía cinco pasos: “Sobreprecio en la obra pública; dos, adelanto financiero de obra; tres, facturación apócrifa; cuatro, cohecho y cinco, lavado de activos”.
“Los primeros movimientos de dinero al exterior, se hicieron posteriores y muy cercanos a la muerte de Néstor Kirchner. Porque ella (Cristina Kirchner) junto con su hijo, fueron golpeando a los empresarios más emblemáticos amigos del marido, reclamando lo que teóricamente era de él, y ahí es donde viene el cortocircuito”, añadió.
La declaración de Fariña fue tan potente que permitió al juez dar un vuelco a la investigación. Desde entonces, procesó con prisión preventiva al empresario K y a su contador Daniel Pérez Gadín. También procesó, pero sin preventiva, a otros implicados en la grabación que tuvo lugar en la financiera SGI (“La Rosadita”) como Martin Báez, Cesar Fernández, Fabián Rossi, Walter Zanzot y el hijo de Pérez Gadín. A su vez, trabó embargo por $ 100 millones a cada uno, salvo Sebastian Pérez Gadín por $ 1 millón. En tanto, convocó al ex titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, a comparecer el próximo 3 de mayo y le prohibió salir del país. Casanello los considera co-autores del delito de lavado de activos, por eso ordenó también el secuestro y embargo de los vehículos y bienes registrales de todos los imputados y de la firma “Top Air” (vinculada a Báez). Además, congeló los fondos de las cuentas bancarias de aquellos.
El último en desfilar por Comodoro Py fue, esta semana, el abogado Jorge Chueco, quien había cruzado ilegalmente a Paraguay, en donde intentó suicidarse -según admitió ante el juez-. El letrado de Lázaro Báez tiene constituidas 23 compañías, entre las que figuran financieras, inmobiliarias, electrónicas, y de organización de eventos. La pesquisa puede tener nuevas novedades en mayo, porque además de la declaración de Echegaray están citados otra vez Lázaro y Martín Báez (5 y 6 de mayo, respectivamente).
Los 5 pasos del lavado
1- Sobreprecio en la obra pública
“Ya expliqué en mi primer declaración cómo llegué a Lázaro Báez. En la auditoría que realicé para Austral Construcciones se ve una clara incongruencia entre el giro comercial de la empresa y las imputaciones de algunos costos. Por ejemplo, el señor Lázaro Báez, propietario de Austral Construcciones, era a su vez dueño de las empresas de combustible a las cuales se refacturaban. Sin embargo, me quedó a la vista, sospechoso pero más que evidente, que el costo de adquisición facturado de un litro de combustible de su propia empresa a su otra empresa propia era muy superior al costo de venta del litro de combustible de una estación de servicio al público. Como estos casos hay varios más, siempre vinculados a lo que hace a la escala de costos de la empresa”.
2- Adelanto financiero o de obra
“Otro dato es que en esa época se cambió en la Ley de Obra Pública el acopio de materiales por el adelanto financiero que oscilaba entre el 10% y el 210% del valor total de la obra asignada. A su vez, regulaba lo que se llama certificado CISE, que es el Certificado de Ajuste de Obra por Inflación, que nunca podía superar el índice que arrojaba la Cámara de la Construcción. Ya a su vez estipula que los adelantos de obra deben ser imputados a la obra ajustada. En Austral Construcciones estos preceptos no se aplicaban y el adelanto de obra o adelanto financiero era el retorno que se debía pagar por la adjudicación de las obras”.
3- Facturación apócrifa
“Para que todo este proceso que consta de un ilícito, hasta donde yo podría corroborar por cuestiones presenciales, participaba una parte del Poder Ejecutivo designando a una parte del Ministerio de Planificación. A su vez, designando a un órgano de contralor al Ministerio que era la Sigen, cuya titular era la esposa del ministro de Planificación. Utilizando como tecno estructura organismos individualizados de contralor como la AFIP, en el caso de las facturas apócrifas, o como la reivindicación de planes caídos, o como de la UIF o BCRA o bancos locales en la aceptación o extracción de depósitos en gran volumen”.
4- Cohecho
“Quiero decir que, para que haya un circuito de sobreprecios, dichos elementos deben estar contemplados en partidas presupuestarias. Si no peco de ignorante, el presupuesto es firmado por el Poder Ejecutivo, enviado al Congreso, sancionado, promulgado y publicado, por lo cual carecería de sentido decir que el sobreprecio en una obra pública es mérito o acción de un privado”, dijo. En su declaración, Fariña hizo referencia a las relaciones y contactos entre funcionarios públicos -desde el ex presidente Néstor Kirchner- hasta el rol de los titulares de la Sigen, el Ministerio de Planificación, la AFIP y el Banco Central.
5- Lavado de activos
“Otro motivo de la compra de SGI fue la posibilidad de hacer descuento por cheque propio, a costo cero. Austral emitía un cheque, lo tomaba SGI, esta lo descuenta y le entrega circulante líquido a Austral con un cheque respaldado por su propia empresa. Es un círculo. Otra alternativa era hacer una cadena de back to back. AsíVanquish tenía una cuenta en Panamá, si esta se capitalizaba, Vanquish hacía un back to back con SGI y SGI le hacía un mutuo dándole apariencia lícita a una operación simulada. A Federico Elaskar se le entregó en efectivo los 3.550.000 euros en billetes de quinientos, en su departamento de Madero Center”.
Los 16 personajes, según el arrepentido Fariña
Néstor Kirchner
Según Fariña, el ex presidente utilizaba a la obra pública como su “caja” para conseguir dinero en efectivo a través de retornos.
Julio de Vido
“Digitaba las empresas adjudicatarias de la obra pública”, para beneficiar así a los empresarios amigos, en este caso a Lázaro Báez, denunció.
Martín Báez
Fariña dijo que viajaba en avión de Río Gallegos a San Fernando, que negoció la creación de un fideicomiso en el banco Nación con Juan Carlos Fábrega.
Carlos Wagner
El titular de la Cámara de la Construcción, habría digitado adjudicaciones de obras y creado uniones transitorias de empresas con Báez.
Federico Easkar
Era el dueño de SGI. Según Fariña, recibió una primer parte de pago pero después “cuando tenía que firmar los papeles no quiso”.
Máximo Kirchner
Según Fariña, “fue golpeando a los empresarios más emblemáticos del marido reclamando lo que teóricamente era de él”.
Jorge Chueco
Lo describe como el “otro yo” de Pérez Gadín. “Todo lo que sabe Gadín lo sabe Chueco porque estuvo jurídicamente sustentado por él”.
Daniel Pérez Gadín
Fariña dijo ante el juez que “Gadín es el testaferro de Lázaro Báez”. Como contador, era quien elaboraba la pata contable del “plan”.
Claudio Bustos
El “valijero” dijo que era el contador de Lázaro Báez. Fariña afirmó que compartieron vuelos de San Fernando a Río Gallegos.
Cristina Fernández
“Mal y pronto, Cristina piensa que lo que hizo Lázaro Báez fue robarle dinero”, concluyó Fariña sobre el final de su indagatoria ante el juez Casanello.
Fabián Albornoz
“El escribano Albornoz, que todos han dicho desconocerme, quiero aclarar que Albornoz tiene un vuelo conjunto conmigo en el avión LV-ZSZ”.
Ernesto Clarens
Lo mencionó como uno de los actores en las maniobras cambiarias y financieras para convertir millones de pesos a dólares y euros.
Santiago Walter Carradori
Otra figura, según Fariña, principal en las transacciones para convertir los billetes locales en moneda extranjera.
Maximiliano Goff Dávila
Era otro de los responsables de sacar los dólares y euros del país a través de varias financieras de Puerto Madero y de la city porteña.
Fabián Rossi
“La firma autorizada de la cuenta autorizada de ese banco es Fabián Rossi”, dijo sobre la cuenta de Vanquish en Panamá.
César Andrés
Contador de Lázaro Báez y directivo de Invernes, la financiera de Ernestor Clarens (señalado como el financista de Néstor Kirchner).