SANTA FE.- El presidente de la Mesa Provincial de Lechería de Santa Fe, Marcelo Aimaro, manifestó que “el 100% de los tambos santafesinos está afectado por las inundaciones” debido a las lluvias intensas -que en algunas zonas superaron los 800 milímetros (mm) en menos de un mes- y resaltó que “aún no se pueden cuantificar los daños”.
Aimaro destacó que “la cuenca lechera santafesina vive el peor desastre que vi en 49 años” y aseguró que “lo que más preocupa no es el presente, sino el futuro, porque el productor tambero ya estaba al límite”.
“Ya está cortada la cadena de pagos en algunos pueblos, ya que de la lechería viven localidades enteras”, dijo, y resaltó que “cuando baje el agua, debería haber un comité con un ingeniero y un veterinario que releve productor por productor, para ver los problemas que tienen y asistirlos financieramente”.
Tsunami hídrico
Por su parte, el ministro de Producción santafesino, Luis Contigiani, dijo que el impacto de las lluvias “fue muy agresivo” y lo calificó como “un tsunami”, con “pérdida de animales y caída de producción muy grande en un sector que ya venía en crisis”. “En otros casos, como en el de la soja, en el que teníamos muy buenas expectativas, la actividad está en stand by; no sabemos qué daños y perspectivas vamos a tener”, aseguró el funcionario provincial.
Los productores tamberos afirman que “es un tiro de gracia”, la peor crisis de la historia del sector es que las inundaciones que se están registrando producen un caos logístico y agravan las finanzas de la actividad.
Graves pérdidas
En tanto, Rodolfo Tkachuk, coordinador del Consorcio de Experimentación Agrícola (CREA) Santa Fe Centro, afirmó que “hay tambos aislados sin posibilidad de sacar la leche y llevar insumos, como el alimento balanceado”, y agregó que “se están reportando caídas del 30% al 50% en la producción, un verdadero golpe al futuro”.
Crisis financiera
Finalmente, Gustavo Vionnet, presidente de la Sociedad Rural del departamento Las Colonias, puntualizó a Télam que “las extraordinarias lluvias derivadas del fenómeno de El Niño provocaron cuantiosas pérdidas en las pasturas, estimadas de entre el 80% y el 100%, lo que sumado a la baja en la producción tornará complicado el financiamiento de la implantación de nuevas pasturas para el año que viene, con su consecuente impacto en la rentabilidad de los productores”.