MANTA Y QUITO, ECUADOR.- Equipos de rescate buscaban ayer sobrevivientes entre los escombros. El presidente del país, Rafael Correa, anunció que aumentó a 233 la cifra de muertos por el terremoto que se registró el sábado y que produjo una gran destrucción. Es el peor sismo en casi cuatro décadas. Con el correr de las horas la cifra de muertos va en ascenso. Según la agencia DPA habría al menos 238 muertos y daños considerables en zonas costeras, además de 1.550 heridos. Decenas de réplicas del sismo de magnitud 7,8 grados en la escala abierta de Richter, seguían sacudiendo ayer el litoral del país de 16 millones de habitantes.
“Estamos canalizando asistencia de forma permanente, hemos enfrentado complicaciones logísticas”, dijo el vicepresidente, Jorge Glas, desde la localidad de Portoviejo, una de las zonas afectadas. “No se metan en los escombros para tratar de salvar pertenencias”, agregó, pidiendo calma a la población.
El presidente Correa decidió regresar anticipadamente de un viaje por Italia. “Todo se puede reconstruir, pero no las vidas perdidas y eso es lo que más nos duele”, dijo desde Roma. Correa anunció que se activaron líneas de crédito de contingencia con organismos multilaterales por U$S 600 millones para la emergencia. El Gobierno movilizó a 13.500 efectivos de las Fuerzas de Seguridad para garantizar el orden público y declaró el estado de emergencia en seis provincias de la costa.
El sismo, que se desató el sábado a la noche frente a las costas de Ecuador y a una profundidad de 19 km, provocó pánico en otras ciudades costeras y activó alertas de tsunami en Perú, Colombia, Costa Rica y Panamá.
“Fue algo horrible, parecía que (el edificio) se desmoronaba como un cartón. Yo rezaba y me arrodillé para pedir a Dios que nos proteja”, dijo Galo Valle, de 56 años, custodio de un edificio en el centro de Guayaquil, mientras limpiaba los vidrios y pedazos de mampostería. Muchas casas se derrumbaron en Guayaquil, otras estaban cuarteadas, un puente colapsó y los escombros obstruían las calles. La gente pasó la noche fuera de sus hogares, temerosa de las réplicas, que ya sumaban más de 160. El canal Televicentro mostró imágenes de la localidad de Pedernales, donde se veían casas destruidas y habitantes buscando sobrevivientes.
Tras el fuerte sismo, unos 100 presos se fugaron de la cárcel El Rodeo, en la provincia de Manabí -una de las más afectadas-. Una treintena de ellos fueron recapturados. (Reuters-DPA)