Las subas en los boletos urbanos e interurbanos fueron promulgadas en febrero. Desde ese momento, comenzaron a crecer las filas en los quiscos que cuentan con el sistema para recargar las tarjetas Ciudadana y Metropolitana, especialmente en horarios pico y los fines de semana. El principal motivo es que el plástico cuenta con un tope de $200 de saldo, algo que, debido a los incrementos, obliga a los pasajeros a pasar más seguido por los quioscos.
Ante esta situación, la coordinadora de la Unidad de Control Municipal de la Tarjeta Ciudadana, María Elena Gerk, anticipó que están trabajando para incrementar el techo de carga del plástico en las próximas semanas, aunque no precisó el monto.
De igual manera, Gerk indicó que van a ajustar el beneficio para realizar hasta dos viajes aunque la tarjeta esté sin dinero. Cuando se implementó, el boleto urbano costaba $4,83 por lo que la Ciudadana permitía gastar por adelantado hasta $9,66. Como subieron las tarifas, ahora sólo alcanza para hacer un viaje con saldo negativo.
Desde el lanzamiento del plástico, en enero de 2014, sin indicó que se podría recargar la tarjeta de manera virtual y a través de cajeros automáticos. Sin embargo, esas modalidades de pago no están disponibles. La responsable de la tarjeta Ciudadana confió que se debe a un inconveniente con Visa. "Está contemplado el pago a través de servicios como Pago Mis Cuentos o Banelco Móvil, el problema es que Visa no arma todo el paquete económico (para incluir también a la tarjeta Metropolitana)".
Este diario intentó sin éxito comunicarse con autoridades de la Secretaría de Transporte y con responsables de la tarjeta Metropolitana para conocer si las modificaciones anunciadas por Gerk serán aplicadas por el plástico administrado por el Gobierno.