Apenas dos encuentros cambiaron de manera decisiva la historia de las computadoras. En 1971 y gracias a un amigo en común, el quinceañero Steve Jobs y Steve Wozniak, de 20, se conocieron y se convirtieron en amigos íntimos a pesar de la diferencia de edad. El universitario “Woz” era un apasionado desarrollador que destacó como genio de la técnica entre otros jóvenes aficionados a los ordenadores en Silicon Valley. A Jobs, por el contrario, le faltaba ese talento, pero lo compensaba con una visión muy definida sobre cómo cambiar el mundo con la tecnología y ganar dinero con ello.
En abril de 1976, Jobs y Wozniak habían fundado la empresa Apple junto con Ronald Wayne, quien abandonó la compañía poco después. Apple necesitaba ingresos con urgencia para abandonar el nicho de aficionados. En 1977, Mike Markkula, quien con 32 años estaba prácticamente retirado gracias a una serie de exitosas inversiones de riesgo en la industria de los semiconductores, reconoció inmediatamente el potencial de las ideas visionarias de Jobs.
Mucho antes de que IBM, Intel o Microsoft sentaran las bases de la computadora personal, Jobs y Wozniak habían llevado a la práctica la idea de un ordenador que se podía utilizar de forma personal. En 1978, los jóvenes empresarios facturaron U$S 7,8 millones. Dos años más tarde, y coincidiendo con la salida a la bolsa, la facturación ascendió a U$S 117 millones.
Sin embargo, el supuesto dúo de ensueño no funcionó. La computadora Lisa fue un fracaso, al igual que el ordenador Macintosh promovido por Jobs, que comenzó de manera muy frágil en 1984. A pesar de la salida de uno de sus fundadores, Apple consiguió alcanzar éxitos relativos con su Mac, sobre todo en la industria editorial. Sin embargo, la compañía fue incapaz de detener el imparable ascenso de Microsoft y su sistema operativo Windows. El avance de la competencia expulsó a Jobs de su propia empresa en 1985, para regresar recién en 1997.
Nuevamente como CEO, Jobs renovó los modelos de los ordenadores de Apple. El primer iMac (1998) ya estaba orientado a internet y encontró un gran número de compradores gracias a su insólito diseño. En 2001, el directivo y su equipo asaltaron el mercado musical estrenando el iPod. Antes de él, ya había dispositivos de almacenamiento de canciones en formato MP3, pero nunca antes había sido tan sencillo acumular miles de canciones en el bolsillo. Las discográficas reconocieron enseguida que la venta de música a través de iTunes era una alternativa real a las descargas ilegales.
Pero la maniobra maestra de Jobs fue en 2007, cuando, en una presentación inolvidable en San Francisco, revolucionó la industria de la telefonía móvil mostrando el primer iPhone. El nuevo dispositivo de Apple no tardó en desbancar a las grandes compañías como Nokia y Blackberry.
Solo Google fue capaz de aguantar la jugada con su sistema basado en Linux, Android, lanzado el mismo año, e incluso logró adelantar a Apple en número de unidades vendidas. Sin embargo, hasta el día de hoy la competencia sólo puede permitirse soñar con los beneficios obtenidos con el iPhone.
El iPad fue la última presentación de Jobs, ya fuertemente afectado por su cáncer de páncreas. La tableta tuvo un ritmo de crecimiento gigantesco durante su primer trimestre. Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre con el exitoso teléfono, perdió fuelle a los tres años. Por ello, el éxito de la compañía hoy en día continúa dependiendo en gran medida del iPhone, lo que tal vez explique por qué la última apuesta fue, precisamente, lanzar al mercado un teléfono más barato y de menores dimensiones (el iPhone SE), lo que algunos podrían interpretar como un retroceso en su propia revolución.
Firmes hasta con el FBI
El nuevo CEO de Apple, Tim Cook, que accedió al cargo poco antes de la muerte de Jobs en 2011, ha introducido nuevos matices durante su mandato, preocupándose por las condiciones políticas, que incluyen la dignidad de las condiciones de los trabajadores de las fábricas chinas, el cuidado del medio ambiente y también el debate acerca de la protección de la privacidad. Ha sostenido una férrea defensa cuando el FBI le pidió a la compañía desbloquear los iPhone utilizados en ataques criminales, conflicto que se resolvió favorablemente para la empresa (ver aparte).
Marcados por la manzana
Cuatro tucumanos cuentan su relación con las icónicas computadoras de Apple. Más que una marca.
Las sigo eligiendo
La primera vez que tuve contacto con un producto Apple fue cuando yo era poco más que un púber, en Libélula, uno de los primeros cybers que había en Tucumán. Ahí estaba ella... una hermosa eMac color violeta. De ahí en más todo cambió y como obviamente no tenía una moneda, tuve que convencer a mis padres para que me la compraran.
Lo que mantiene la marca es su estética fuera de lo común y totalmente distinta a cualquier ordenador que exista en el planeta. El hardware era mejor antes, en sus modelos Power Mac G3 y G4, y a mi parecer tenían más calidad. Hoy siguen siendo lindas pero tienen muchos más problemas y errores que antes, además de ser muy caras para el sudaca actual.
¿Qué le regalaría a Apple en su cumpleaños número 40? Un álbum de fotos con las tarifas que tienen todos sus modelos en Argentina, para que vean la situación actual y lo que cuesta acceder a un producto apple. Aun así lo sigo eligiendo y nunca cambiaría a otro sistema.
Rudy Garzotto. Diseñador gráfico / artista visual.
Nunca un virus
Uso computadoras desde hace 35 años; durante los primeros 30 las sufrí y hace cinco las disfruto, desde que me compré mi primera MacBook Pro. Es un punto de no retorno. Nunca más un virus, una actualización, una sorpresa desagradable... Aún recuerdo la primera vez que cerré la tapa de mi notebook. Una luz apareció a través de perforaciones invisibles al ojo, brilló unos segundos y empezó a parpadear lentamente al ritmo de la respiración de una persona dormida. No era casualidad, era un detalle cuidadosamente diseñado (y patentado) para transmitir tranquilidad. Fue diseñado para que la caja se abra lentamente para darle dramatismo a ese primer contacto con sus productos; o que la batería esté cargada, para reducir la ansiedad de querer usarlo inmediatamente. Es la forma que tiene Apple de deleitar al cliente. Cuidar hasta el mas mínimo detalle. En un mundo donde el marketing siempre promete más de lo que da, es una experiencia refrescante conseguir siempre más de lo que prometen. Hace 40 años Apple transformó una máquina con perillas y luces en una con pantalla y teclado, la sacó de los laboratorios y la puso en nuestras casas; hace 30 las hizo intuitivas y hace menos de 10 la puso en nuestros bolsillos. Tres veces logró hacer que nos resultara difícil imaginar el mundo antes de sus productos. Pocas empresas pueden cambiar tanto la vida de las personas, aun cuando nunca hayan usado ni uno solo de sus productos.
Alejandro Di Battista. Ingeniero en Sistemas / Docente / Buró Coworking
Exclusiva y minimalista
Todo en Apple desde sus inicios ronda la exclusividad, el extremo diseño minimalista cuidado hasta en los más mínimos detalles, y eso no escapa claramente al desarrollo de software para alguno de sus productos. Y es que para desarrollar software para algún producto de Apple, una aplicación para iPhone por ejemplo, es necesario conocer y dominar un lenguaje de programación específico como Objetiv-C entre otros, contar con una iMac o MacBook, y un iPhone para poder probar los resultados mientras se va construyendo la aplicación. Son necesarios todos los productos de la familia Apple para poder tener un buen desarrollo de un producto final, ya que no son compatibles al 100% con otros productos que no sean de la familia Apple, poniendo el ejemplo más sencillo, si tenemos un teléfono con cualquier otro sistema operativo, por ejemplo Android, podemos simplemente conectarlo a cualquier computadora y copiar música directamente al teléfono, por dar un ejemplo. Esto no es posible con un iPhone (teléfono celular de Apple) ya que es necesario tener instalado un programa especial para poder hacer el traspaso de la música a este dispositivo.
A la hora de subir una aplicación a la tienda oficial de aplicaciones para iPhone, el AppStore, la aplicacion que queramos ofrecer al publico va a pasar por una serie de pruebas exhaustivas, se deben rellenar varios formularios para que esta pueda estar “Aprobada” por Apple para que sus usuarios puedan descargarla. Y estas pruebas no duran menos de dos a tres semanas, si no nos hacen ninguna advertencia de que debemos modificar algo en nuestra app para que este completamente aprobada. Al contrario en otras plataformas como Android, una aplicación que también es verificada puede pasar la prueba en menos de 12 horas y estar disponible en todo el mundo. Como este pequeño detalle, hay muchos; se dice que hasta los tornillos que sostienen los elementos físicos de un producto Apple son especiales, y se necesitan herramientas especiales para poder abrirlos, pues esto es lo que nos venden al fin y al cabo desde hace 40 años, ser especiales. Es por eso que miles de personas actualmente hacen fila desde el día anterior para poder comprar algún nuevo producto que lance Apple, sea cual sea. Podemos encontrar ventajas y desventajas desde el punto de vista del desarrollo, como por ejemplo encontrar un buen desarrollador de iPhone es por lo general una tarea difícil, ya que son los menos, y al ser pocos y exclusivos tienen un precio mucho más caro. Lo que significa que desarrollar una aplicación para iPhone es claramente mucho más caro que hacerlo para Android.
Walter Esteban Juarez Rivas, Ingeniero en Sistemas, emprendedor tecnológico, fundador de TengoFree.
Por nuevos éxitos
A pesar de su éxito a nivel mundial, Apple no es una marca masiva para los tucumanos (ni los argentinos en general). Con distribución limitada y productos con precios de tope de gama, su historia por estos pagos se ha limitado a diseñadores, fotógrafos y fanáticos dispuestos a pagar ese plus que viene con todos los productos de la marca de la manzanita. Como será de ajeno que mi primer contacto real con una Mac (sus computadoras de escritorio) terminó siendo de la mano de un vecino australiano, allá por 1995, que renegaba por la compatibilidad de sus archivos con el resto de la tucumanidad.
En 40 años la tecnología ha cambiado mucho y la empresa que alguna vez arrancó con computadoras personales ahora tiene su foco en teléfonos inteligentes y tabletas, mientras trata de encontrar otros productos que le permitan sostener su éxito. Lo que siempre se ha mantenido constante es esa obsesión con el diseño y con la usabilidad que llevan desde el primer día y que seguramente arrastrarán hasta el último.
Soy tan malo haciendo regalos que sospecho que podría terminar regalándoles una PC con Windows ME y unStarTAC con tapita así que me limitaré a brindar por nuevos éxitos, de esos que transforman industrias por completo más allá de ser el último grito de la moda.
Lic. Esteban Mulki. Docente Sistemas de Información I y II, FACE, UNT