“La última boleta de la luz me llegó con un aumento del 120%, más o menos. Encima, pronto subirá también el agua”. Con preocupación, Diego Cruz, quien trabaja como empleado público en una repartición provincial, describió el panorama de la suba de gastos fijos que afrontará en su casa, durante el resto del año. El hombre, de 37 años, quien está casado y con dos hijos, comentó que en su trabajo percibe un salario de bolsillo que ronda los $ 13.000. Según afirmó, con el último incremento, la factura de la luz de su domicilio pasó de $ 150 a poco más de $ 300. “La realidad es que, a partir de ahora, tendremos que ser cuidadosos con el consumo de electricidad. Es un gasto fijo, y el salario todavía no se actualizó”, advirtió.

Tras la quita de los subsidios que el Gobierno nacional destinaba a la energía eléctrica, los reajustes en las facturas domiciliarias oscilaron, en Tucumán, entre el 100% y el 120%, en promedio. Esta situación empujó hacia arriba la inflación de febrero. Pero este no fue el único efecto, ya que, además, impactó fuertemente en los ingresos de las familias.

Mediante una estimación propia, LA GACETA calculó que la suba tarifaria de la luz pasó de representar el 1% de un salario promedio estatal de $ 13.000, al 2,5% de ese mismo ingreso. Esto quiere decir que si antes del aumento, el promedio de los usuarios pagaba, aproximadamente, $ 150, a partir de la quita del subsidio estatal, la factura subió en torno a los $ 330.

Siguiendo con el cálculo, en el salario promedio de un trabajador del sector privado de Tucumán -que según el Indec ronda los $ 9.000- el impacto de la suba tarifaria es mayor. En este caso, el aumentó de la luz pasó de representar el 1,6% al 3,6% del ingreso. Por otro lado, si se toma el monto actual de la jubilación mínima, que este mes se actualizó a $ 4.959, el impacto del aumento de la tarifa eléctrica es aún más elevado. Antes del reajuste, el pago del servicio representaba, para el promedio de los jubilados, un 3% de un ingreso mínimo. Sin el subsidio, la nueva tarifa pasó a representar el 6,6% de un haber jubilatorio básico.

No obstante, cabe indicar que el efecto del aumento del servicio de luz domiciliaria podría reducirse una vez que el Estado nacional confeccione la Tarifa Social para la Energía Eléctrica, creada por el Ministerio de Energía de la Nación, para asistir a los sectores más vulnerables.

Según datos recientes del Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (SINTyS), que depende del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, en Tucumán hay 136.897 posibles receptores del beneficio, que equivaldrían al 35% de los usuarios. En tanto, en el plano nacional, la cifra asciende a 2.849.918 de usuarios.

Los otros servicios

Aún resta por medir el impacto de la suba tarifaria en el servicio del agua, que en Tucumán se concretará en la boletas que los usuarios recibirán en el segundo bimestre del año. El Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos de Tucumán (Ersept) informó, a mediados de este mes, que la empresa proveedora Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) aplicará una suba del 35%.

Este reajuste, según argumentó el Ersept, responde a una suba del 80% en los precios de los insumos, como consecuencia de la devaluación del peso, ocurrida en diciembre pasado, y de la inflación. Precisamente en relación al impacto de la suba de tarifas en la inflación, la consultora Elypsis señaló, en un informe reciente, que el reajuste aceleró la inflación en torno al 1,7% en todo el país.

Finalmente, la actualización de las tarifas de gas aún no tiene una fecha, según afirmaron fuentes del Ministerio de Energía y Minería. La entrada en vigencia de la readecuación tarifaria, que en un principio debía regir desde abril, será definida por el presidente, Mauricio Macri, quien ya tiene en su poder los informes elaborados por Energía, según consignó la agencia de noticias Télam.