La urbanización de viviendas sociales en el área de Manantial Sur está considerada como la segunda Lomas de Tafí debido a su tamaño. Desde 2014 se han venido adjudicando viviendas y módulos que sirvieron para la relocalización de asentamientos y villas como El Triangulito, Juan XXIII (apodado “La Bombillita”). Más tarde, viviendas destinadas a los vecinos del barrio Ángela Riera (“Villa Piolín”), entre otros.
El segundo gran conglomerado de viviendas sociales es este emprendimiento en Manantial Sur con 2.500 viviendas. A mediados de 2015 comenzaron a llegar los primeros pobladores, muchos de ellos fueron los evacuados de la zona de El Corte y Lules que hacía tres meses que dormían en escuelas y complejos deportivos.
Hasta el momento, según datos del Ipvdu, se entregaron 608, de las cuales fueron 100 de emergencia para los inundados; 100 para policías, 238 para gente que estaba inscripta y 30 para judiciales. “Hay más casas para entregar pero está faltando el servicio de luz”, explicó Gustavo Durán, interventor del organismo. Según las planillas de febrero, el emprendimiento de 2.500 viviendas está avanzado en un 96%. “El 4% restante son las obras de servicios y eso nos juega en contra porque hay que mantener las viviendas y evitar las usurpaciones”, reconoció Durán. El total certificado por el emprendimiento es de más de $1.100 millones, pero todavía no se ha completado el pago. “Nos afectó el cambio de Gobierno”, añadió. El destacamento policial que funcionaba en una vivienda ya no está más porque lo pagaban las empresas, dijo Durán, y la casa ya fue usurpada. La falta de seguridad también fue un reclamo de los vecinos, quienes aseguran que no pueden dejar las casas porque les roban todo.
El emprendimiento se hizo con contratación directa: cuatro empresas se encargaron de la infraestructura total: Ingeco, Falivene, Helpa y VHA. A su vez -enfatizó Durán- por ley cada una de esas empresas debía cederle un 30% a otras para trabajar por sector. Por ejemplo, para la construcción del sector A (551 viviendas) participaron siete constructoras: Gama, Tawe, Aba Torres, Cesa, Invialco, Ingema y Dakar.
En total participaron más de 25 empresas. Las viviendas son de dos y tres dormitorios, con posibilidad de ampliaciones. Cuentan con pintura exterior, rejas, puertas y ventanas. El interior tiene pisos, revoque y pintura, mesada de cocina y bacha, el baño fue entregado con inodoro, grifería y toilette, pero el proyecto no incluía bidet ni celosías, según confirmaron en el IPV.
Según la memoria descriptiva del emprendimiento, cuando esté finalizado también contará con gas natural. Hasta el momento los vecinos se manejan con garrafas. En estos pocos meses afloraron algunas fallas en las terminaciones. La mayoría coincide en que los cielorrasos se llueven por causa de las filtraciones en las apretadas de las cubiertas.