Las Moritas funciona desde 2009 y es un centro de rehabilitación gratuito y público. Pero sólo trata a hombres de 15 a 30 años. Como se mencionó en una nota publicada el domingo en nuestro diario, en Tucumán no existe ningún centro de rehabilitación para atender mujeres adictas. Sólo el Hospital Psiquiátrico Nuestra Señora del Carmen asiste a las que llegan con cuadros graves de intoxicación. El nosocomio tiene una sala con seis camas para brindar este servicio. Claro que ninguna paciente puede ser hospitalizada sin su consentimiento, tal cual lo establece la ley de salud mental.

“Hay pacientes que necesitan sí o sí un tratamiento largo, dentro de una comunidad terapéutica”, señalaba Dennis Ríos Obando, jefe del servicio de asistencia a las adicciones de ese nosocomio. Pero la disponibilidad de camas es pobre para la cantidad de mujeres adictas que tiene Tucumán y requieren internación.

En medio de toda esta problemática están los bebés. Las progenitoras quieren quedarse con sus hijos, pero la mayoría de las veces la Justicia decide que no pueden hacerse cargo porque viven en condiciones extremas y no pueden mantenerlos.

En La Costanera

A la ausencia de centros de rehabilitación para mujeres se le suma la obra inconclusa del Centro de Educación Terapéutico (CET) en la Costanera, a cargo de la constructora Bocanera y Mirkin SRL. El plazo de finalización de la obra venció en 2014. El presidente de la comisión de Acciones Preventivas y Asistenciales de las Adicciones -legislador Claudio Viña- solicitó por escrito un informe al titular de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU) en enero. “Me contestaron que aún no hay plazo de finalización. Sigue siendo un misterio el tiempo que demorarán en terminarla”, explicó el bussista.

La comisión de Adicciones de la Legislatura se reunirá mañana con el secretario general de la Gobernación Pablo Yedlin y especialistas del Comité de Prevención y Tratamiento de Adicciones. “Será una buena oportunidad para preguntarles sobre el centro de La Costanera y la posibilidad de abrir otros nosocomios en la provincia para atender adicciones, ya que hay pocos”, precisó Viña. El político considera que los hospitales Eva Perón y Néstor Kirchner podrían usarse para el tratamiento de los adictos. “Son instalaciones que están a la deriva”, conjeturó.