El GP de Australia tuvo un momento de zozobra en la vuelta 18 con el espectacular accidente que protagonizó el español Fernando Alonso (McLaren) luego de embestir al mexicano Esteban Gutiérrez (Haas) cuando ambos llegaban a la tercera curva del circuito a más de 300 km/h.
El asturiano intentó superar por la izquierda al azteca, los neumáticos de ambos autos se tocaron y Alonso pegó violentamente contra el guard rail para luego trabarse en la cama de leca y volar hacia otro muro de contención. Su vehículo quedó destruido, aunque el ibérico salió por sus propios medios y sin un rasguño. “Cuando vas a 300 y pico, siempre te juegas la vida. Si en una de esas vueltas coincides con un mal golpe tienes un problema serio, así que estoy agradecido... Es difícil saber lo que ha pasado, íbamos muy juntos, muy pegados. Seguramente perdí la referencia de frenada y me llevé a Esteban por delante”, afirmó Alonso. “Soy consciente de que gasté una de las vidas que me quedaban. Quiero dar las gracias a McLaren y la Federación Internacional del Automóvil por la seguridad actual de los monoplazas”, agregó.
El accidente obligó a detener la carrera con bandera roja para permitirles a los auxiliares trabajar sobre la zona del choque.