Paulina Lebbos tenía 22 años y estudiaba Ciencias de la Comunicación en la UNT. En la noche del 25 de febrero de 2006 salió a bailar para festejar que había aprobado un examen. Fue a un boliche en el ex Abasto acompañada por su amiga Virginia Mercado (oriunda de Salta), pero nunca más volvió a su casa. Ambas tomaron un remise: Virginia se bajó en La Rioja al 400 y Paulina siguió viaje para ir a la casa de su novio, César Soto.
A la mañana siguiente, al no regresar a su casa, los padres de la joven encendieron el alerta y comenzaron la búsqueda. El 11 de marzo de 2006 (dos semanas después) el cuerpo sin vida fue hallado en el kilómetro 3 de la ruta 341 (en Tapia).
En el inicio, la Policía hizo todo para entorpecer la investigación, adulterar pruebas y torcer testimonios. Luego, durante siete años, la causa estuvo paralizada. Es el período en que el caso estuvo en manos del fiscal Carlos Albaca. En junio de 2013 el fiscal Diego López Ávila queda a cargo de la causa. En poco más de un año reúne las pruebas, toma declaraciones, ordena detenciones y finalmente solicita la elevación a juicio oral.