Como gato panza arriba. Así es la pelea de un Nasser Al Attiyah que no deja de intentar pese a que sabe que la tiene complicadísima, por la enorme ventaja que le lleva Stéphane Peterhansel y por el poco tiempo que le queda para descontarla. El qatarí ganó el undécimo especial, que unió La Rioja y San Juan, y redujo algunos minutos la brecha que lo separa del francés, aunque entiende perfectamente que no le sirve de mucho. A casi 52 minutos de distancia y con sólo dos etapas por delante (la última de las cuales es muy corta), el “Príncipe” sabe que su única chance de retener la corona depende de una colosal equivocación de Peterhansel, algo bastante improbable habida cuenta la experiencia de quien ha ganado 11 veces un Dakar.
“Fue un día muy largo y con mucho calor. En los últimos 30 kilómetros se nos rompió el eje delantero y sólo íbamos con dos ruedas. Pero los neumáticos respondieron muy bien y no tuvimos ni un pinchazo ni nada de nada. Va a ser difícil, pero tengo que consolidar mi posición delante de Giniel (De Villiers). Ahora tenemos 21 o 22 minutos de ventaja sobre él, así que estoy muy contento”, sacó en limpio Al Attiyah, que cronometró cuatro horas, 49 minutos y 16 segundos, seguido a poco menos de seis minutos por Sébastien Loeb (Peugeot) y a siete por el finlandés Mikko Hirvonen (Mini).
Loeb, que viene de jornadas fatídicas que lo bajaron de la cima y le arrebataron sus posibilidades, nuevamente estuvo cerca de perderlo todo: a dos kilómetros de la meta, una pieza de la transmisión de su buggy lo dejó a pie y el nueve veces campeón mundial de rally debió cruzar la línea remolcado por Cyril Després. Sin chances desde muy temprano, el ex campeón de Motos ha sido un mochilero de lujo para sus compañeros de Peugeot. Tan rápido corrió Loeb que, así y todo, le sacó un minuto de ventaja a Peterhansel.
Chances blindadas
También es cierto que si hay algo que a Peterhansel no le sobra ahora es apuro. Desde que las estrellas se alinearon en su favor en la décima etapa, volteando a Carlos Sainz y dando vuelta el auto de Al Attiyah, “Monsieur Dakar” casi que puede darse el lujo de pasear disfrutando el paisaje sin poner en riesgo su triunfo. Ayer, por caso, reguló y cedió ocho minutos y monedas, con lo que terminó cuarto, aunque tampoco tiene pensado repantigarse. “Un problema mecánico podría dejarnos en la estacada. Si nos quedamos tirados en la pista, avanzar no habría servido de nada. El rally se caracteriza por esos altibajos continuos. Basta un mal día en el Dakar y listo, hasta el año que viene”, advirtió el francés al final de la jornada en la que se cumplieron 30 años de la muerte de Thierry Sabine, creador del rally Dakar.
“Actualmente hay muchas personas que están trabajando y que conocieron a Thierry porque también trabajaron con él para darle forma a aquel Dakar de 1979. Por eso es una edición de muchas emociones”, señaló Etienne Lavigne, actual jefe máximo de la aventura. (DPA-Especial)
SAN JUAN.- Da la impresión de que si el Dakar no termina ya mismo, Marcos Patronelli no será capaz de sostener su liderazgo frente al acoso de su hermano, Alejandro. Este último se impuso en el especial que desembocó en San Juan, con un tiempo cronometrado de seis horas, 20 minutos y 15 segundos, más de un minuto por delante de Brian Baragwanath y de Marcos. Así las cosas, el mayor de los hermanos ha visto reducida su ventaja a sólo ocho segundos. El sudafricano quedó en tercer lugar, a una hora y 41 minutos de los Patronelli. Por su lado, el joven cordobés, Jeremías González Ferioli, prácticamente aseguró su lugar en el top 5 final de la competencia.
En Cuatriciclos, la discusión se divide en la pelea entre los Patronelli por el primero y segundo lugar del podio, y la de Baragwanath, Sergei Karyakin y González Ferioli, por el último escalón. (Especial)
SAN JUAN.- Más allá de que el ruso Eduard Nikolaev (Kamaz) ganó ayer la undécima etapa en Camiones, lo importante para nuestro país fue que el cordobés Federico Villagra (Iveco) arribó a esta ciudad en el noveno puesto, a 26 minutos y 47 segundos del primero y aún así mantuvo el tercer lugar en la clasificación general. Allí, el ruso Gerard De Rooy (Iveco) sigue adelante y distanciado 1h.45’45’’ del “Coyote”.
Hoy, entre San Juan y Carlos Paz (Córdoba), Villagra intentará alejarse aún más del holandés Ton Van Genugten (Iveco), el cuarto de la tabla para asegurarse un lugar en el podio. (Especial)
Que hace un tiempo el francés Cyril Déspres haya optado por pasarse a la categoría Autos y que a fines del año pasado el español Marc Coma haya dejado de correr para integrarse a la organización del Dakar generó, al parecer, algo así como un agujero negro en Motos. Para la edición 2016 llegar como favorito fue un saco de plomo. A falta de dos etapas, tres de ellos ya se despidieron. Ayer, el portugués Paulo Gonçalves (rotura de radiador, caída y lesión) sumó su nombre a la indeseada lista, que ya integraban el español Joan Barreda Bort (rotura del motor, caída y lesión) y otro luso, Ruben Faria. Este último fue el que peor la pasó: fractura de muñeca y colapso toráxico, con traslado de urgencia en helicóptero a un centro asistencial de alta complejidad. En este río revuelto de candidatos, la ganancia parcial es para el australiano de 27 años Toby Price, que en su segundo Dakar vuelve a lucirse; había sido 3° en 2015. Stefan Svitko, Antoine Meo, Pablo Quintanilla y Kevin Benavides, con sus trabajos, confirman que el aire de renovación llegó para quedarse.