En la calurosa mañana de Mar del Plata, Atlético salió al campo del estadio de Independiente de esa ciudad a jugar lo que fue su segundo amistoso de pretemporada, ante Unión de Santa Fe.
El resultado fue una caída por 1 a 0 y hasta podría considerarse normal, típica de esta etapa de preparación, semanas antes de que comience el torneo. Más allá de entender eso, no puede dejar de verse que Atlético volvió a sentir la sensación de una derrota después de 15 partidos, o más de cinco meses, como mejor quede representado.
Por supuesto que se trató de un amistoso informal en el que sólo se disputaron dos tiempos de 30 minutos. Pero cuando el árbitro que controló el juego dio por finalizado el partido, los jugadores “decanos” (ocho de los titulares de ayer jugaron en el último torneo) sintieron algo que no sentían desde el 11 de agosto del año pasado.
Porque más allá de que durante ese mini primer tiempo, el partido consistió más que nada en muchísimas infracciones y golpes típicos de un enfrentamiento de estas características, y de que en el segundo tiempo, el “decano” dominó la pelota durante esa media hora, el equipo de Juan Manuel Azconzábal perdió.
Por supuesto que la racha de 14 partidos oficiales (el decimoquinto fue el primer amistoso del sábado pasado que culminó 0-0 ante Los Andes) sigue intacta y siendo recordada como la fantástica seguidilla que le permitió llegar a Primera. Serán Racing y Boca los que intenten destruirla en las dos primeras fechas, según determinó en su momento el sorteo.
El autor del gol y el generador de esa sensación prácticamente nueva fue Ignacio Malcorra, el volante experto en pelotas paradas, sobre el final del primer tiempo.