El próximo paso que quieren dar los carreros que repudian el plan municipal “Basurales Cero” es la conformación de una sociedad civil que los agrupe. Así lo expresaron durante la protesta que concretaron en la mañana de ayer frente a la Casa de Gobierno.

La movilización volvió a reclamar la devolución de los vehículos de tracción a sangre que las patrullas ecológicas de la intendencia capitalina secuestran cuando detectan que transportan residuos domiciliarios que arrojan en basurales clandestinos. Al igual que en el piquete que ayer interrumpió el acceso a San Miguel de Tucumán por la ruta 9, los carreros locales contaron con el apoyo de sus pares de Salta y de Buenos Aires. Ellos impulsan la sindicalización de los tucumanos.

Pablo del Pino, abogado de la Asociación de Carreros Salteños, acompañó la marcha. “Sólo se puede secuestrar un vehículo mediante una orden del fiscal y con autorización del juez”, alegó. “La multa que les cobran cuando les sacan el caballo es una coima disfrazada”, denunció.

Según el letrado, todavía no existen datos puntuales sobre la cantidad de familias que viven de la actividad. “Se cree que son 1.000 los carros que circulan por San Miguel de Tucumán”, estimó.

Demandas
Melina Tapia, quien asegura que su carro fue secuestrado cerca de la cancha de Atlético Tucumán, sostuvo que ella “iba transportando huesos y grasa para cocinar el pan”. Al igual que ella, otros carreros insistieron en que no sólo transportan basura, sino materiales para la construcción, leña y cartón.

“Nos dijeron que nos atenderían, pero estuvimos una hora bajo la lluvia, sin respuestas”, renegó Rodrigo García, representante de la Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores.

“Pedimos la devolución de la herramienta de trabajo y que se arme una mesa de diálogo con el gobierno”, puntualizó.

Los carreros anunciaron que seguirán llevando adelante medidas de fuerza y anticiparon que, si lo consideran necesario, realizarán cortes de ruta hasta lograr que el Estado les dé una solución.