ESTAMBUL/TURQUÍA.- Al menos 10 personas murieron y otras 15 resultaron heridas, algunas en estado crítico, por una poderosa explosión en el barrio de Sultanahmet, corazón del distrito turístico de Estambul, que las autoridades turcas calificaron como un atentado terrorista de origen sirio.

La explosión, no reivindicada hasta ahora por ningún grupo, se produjo poco después de las 10 de la mañana local (5 de Argentina) en el antiguo hipódromo cercano a la basílica de Santa Sofía y a la Mezquita Azul, los dos monumentos más visitados de la ciudad, donde las fotografías de la prensa local mostraban cuerpos desmembrados sobre el suelo empedrado de la explanada.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que se dirigió a la nación a través de la televisión poco después del hecho, dijo que las pruebas apuntan que el autor del atentado es un terrorista suicida de origen sirio y confirmó que entre los fallecidos y heridos hay tanto ciudadanos turcos como extranjeros.

Fuentes policiales citadas por el periódico local Hurriyet Daily News consideraron que el grupo islamista radical Estado Islámico está detrás del ataque, ante cuya gravedad el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, convocó a una reunión de urgencia en Ankara. Los socorristas y la policía llegaron inmediatamente a la zona y la acordonaron, mientras numerosas ambulancias y vehículos de bomberos llegaron al lugar, que fue evacuado igual que los monumentos cercanos.

Al menos seis ciudadanos alemanes, uno noruego y uno peruano resultaron heridos en la explosión, informó el diario Hurriyet Daily News, mientras la cancillería noruega confirmó más tarde que un ciudadano de esa nacionalidad fue herido en la explosión y está recibiendo tratamiento en un hospital local.

“Se investigan las causas de la explosión, el tipo de explosivo y la persona o personas responsables”, indicó la oficina del Gobernador de Estambul en un comunicado reproducido por la agencia local Anatolia en el que confirmó el número de bajas contabilizadas hasta ahora.

La mezquita y los monumentos cercanos, como Santa Sofía y el palacio de Topkapi, forman el principal complejo turístico de Estambul, ciudad que recibe al año casi 10 millones de viajeros.

Una hora después del estallido el Gobierno turco prohibió a los medios de comunicación distribuir videos o fotos relacionados con el atentado.

Turquía vive en un virtual estado de alerta desde el doble atentado suicida que causó 103 muertos el 10 de octubre en la estación de trenes de Ankara que las autoridades atribuyeron al EI. El 6 de enero de 2015, hace poco más de un año, una mujer se inmoló en las puertas de la comisaría de la Policía Turística en Sultanahmet. Todos los países que integran la Unión Europea se solidarizaron con Turquía y prometieron ayuda para combatir el terrorismo. (DPA-Télam)