Desde el 12 diciembre pasado hasta el último jueves hubo cinco tiroteos en Villa 9 de Julio. ¿El saldo? Seis heridos, todos por armas de fuego. Entre las víctimas hubo un adolescente de 14 años, que perdió el ojo derecho por un balazo. Según el comisario Oscar López, segundo jefe de la seccional 10ª, estos violentos episodios son ajustes de cuentas y peleas entre bandas delictivas que se disputan el territorio.

El último de estos ataques fue perpetrado el jueves al mediodía por cuatro sospechosos conocidos como “Chavo”, “Cabudo”. “Quemarrancho” y “Cadáver”. Estos, según una denuncia policial, habrían disparado contra la casa de una mujer de 27 años en Martín Berho al 200.

La víctima sería integrante de la familia que conforma el “Clan Toro”. Desde 2009, este grupo mantiene una violenta disputa con la familia Carrión. Los sospechosos, justamente, serían parientes de estos.

En la edición de ayer de este diario los Carrión habían negado que la disputa con los Toro sea por venta de drogas. Incluso Raúl Enrique Carrión, ex integrante de la “Banda de la Gruta”, dijo que las diferencias entre esta familias comenzó en el penal de Villa Urquiza, donde él peleó contra integrantes de los Toro. “No somos un clan ni vendemos droga. Son ellos (por los Toro) los que andan en esa. Después usan la plata para que no los metan presos. Ni los fiscales ni la Policía les hacen nada”, afirmó Adriana Cruz, pariente de los Carrión.

Intervención judicial

En Villa 9 de Julio los vecinos viven intimidados por estas peleas. Ante esta circunstancia, el ministro fiscal, Edmundo Jiménez, consideró que la intervención judicial es ineficaz porque no cuenta con los recursos que necesita. “La población no tiene justicia porque todos los fueros, incluso los civiles, están en crisis. Para mantener detenida a una persona que delinque necesitamos elaborar pruebas. Pero qué pueden hacer los fiscales si cuando quieren profundizar una investigación bancaria, sólo por dar un ejemplo, ni siquiera pueden contar con la ayuda de un contador. No tenemos recursos para investigar delitos complejos. Pero al parecer nadie toma conciencia de esto”, dijo el ex funcionario alperovichista.

Jiménez respondió así un interrogante que surge desde la población: ¿por qué los delincuentes entran y salen de la cárcel? Según el funcionario, esa situación está alejada de las acusaciones que hicieron los Carrión sobre supuestas dádivas del “Clan Toro” a la Justicia. “Todos los fiscales están excedidos por la cantidad de causas que deben atender. No podemos estar haciéndole caso a lo que dice una persona que tiene varias hojas de antecedentes penales. Además, los fiscales no cuentan con la tecnología ni el personal que necesitan para profundizar las investigaciones. Es por eso que sólo terminamos atrapando arrebatadores”, remarcó.

En cuanto al narcotráfico, recordó que son causas que investiga la Justicia federal. “Todo lo que recibimos se lo enviamos a los juzgados (federales) locales. Pero qué pueden hacer ellos si tienen sólo dos jueces de instrucción”, remarcó el ministro fiscal de la Justicia provincial. Si bien rige una ley que habilita la cesión de los casos sobre narcomenudeo al fuero local, el sistema no se aplica. En ese sentido, Jiménez remarcó que “todo el sistema está en crisis”. Para darse cuenta de esto basta con ver el tiempo que demoran las causas en llegar a un juicio oral. Hay debates que tiene demoras que superan sin problemas los 10 años. Y eso es no administrar Justicia a la población”, analizó.