JUJUY.- La vida en pareja es una prueba diaria. Y más aún si ambos deciden competir, cada uno por su lado, en el rally Dakar. Dos matrimonios y una pareja de novios se animaron a participar en la carrera más extrema del mundo. Los que ya están casados son los españoles Nani Roma y Rosa Romero y Eduardo Marcos y Covadonga Fernández, mientras que los que aún no formalizaron son el portugués Pedro Bianchi y la también española Laia Sanz.

“Yo estoy contento con que Rosa participe porque lo disfruta mucho”, le comentó Roma a DPA. “Sé que para ella es lo máximo competir en el Dakar y disfruta cada kilómetro. Para mí, sinceramente, es motivo de orgullo. Durante la competencia nos vemos muy poco porque cada uno está con lo suyo. Tal vez cruzamos unas pocas frases y anécdotas durante la cena”, añadió el piloto del equipo oficial MINI.

“Nos conocimos corriendo enduro a mediados de los 90. Yo luego seguí en el Dakar. Cuando ella me dijo que también quería competir, la apoyé porque sé que es tan apasionada por esto como yo. Comenzó a correr de joven y en varias oportunidades viajó por África con su moto porque le encanta el desierto”, agregó el bicampeón del Dakar (2004 en Motos y 2014 en Autos).

Mejorar es el objetivo

Rosa Romero afronta su quinto Dakar en Motos. Tiene como objetivo mejorar el 52° puesto que logró en 2015, resultado que llevó alegría a su hogar ya que le permitió subir a la rampa de llegada por primera vez después de tres abandonos.

“Para que Nani no se preocupe por mí acordamos que en el Dakar siempre corra con un mochilero para que me ayude si es necesario. Obviamente, yo también me preocupo por él y estoy muy atenta a cómo le va en la carrera. Sé que su equipo no quiere que yo compita para que él no se desconcentre, pero Nani es muy profesional”, reveló Romero, que compite al comando de una KTM del Himoinsa Racing Team.

Para la pareja de Eduardo Marcos y Covadonga Fernández la experiencia es aún más especial: ambos debutan en el Dakar en la categoría Cuatriciclos. No obstante, llegan con experiencia acumulada en el Rally de Merzouga (Marruecos) y el Rally de los Faraones (Egipto) y los consejos de un experto como Jordi Arcarons.

La afición de este matrimonio por los cuatris comenzó tras un paseo que dieron a bordo de unas máquinas de alquiler. Les gustó tanto que se compraron un par. “Una cosa llevó a la otra y empezamos a competir”, comentó Marcos sobre la pasión que despertó en ellos.

“El Dakar era más un sueño que un objetivo real, pero pudimos concretarlo después de mucho tiempo. ¡Y aquí estamos! Covadonga y yo nos complementamos muy bien y tenemos una premisa: lo que pasa en la pista, queda en la pista y lo que pasa en la casa, queda en la casa. Es la mejor compañera que podría tener”, agregó el español.

“Está claro que el objetivo es llegar a la meta y no importa si lo hacemos atrás, ya que somos amateurs. A lo único que le tenemos un poco de miedo es a la altura de Bolivia; jamás competimos a semejante altitud. Espero que lleguemos a la meta porque estuvimos dos años trabajando para conseguir el apoyo económico necesario”, relató Fernández.

Una historia particular

La historia de los novios motociclistas Pedro Bianchi y Laia Sanz es muy particular. Se conocieron en el Dakar de 2011 y hace un año que están en pareja, por lo tanto será la primera vez que compiten en esa condición en la exigente competencia.

“Los dos tenemos las mismas pasiones y es muy lindo compartirlas. Durante el año trabajamos en la preparación y aquí, en el campamento, tratamos de estar juntos el mayor tiempo posible. Si coincidimos en los tiempos hacemos juntos el ‘road-book’ (el mapa que utilizan los competidores para recorrer cada una de las etapas). Pero cuando estamos en carrera, cada uno va por su lado”, afirmó Bianchi, que en su octavo Dakar corre con una Honda de su propio equipo.

Su novia coincide. “Es una linda sensación porque la persona con la que estoy en pareja entiende muy bien que me gusta mucho esto. Nos ayudamos mutuamente, principalmente durante el año, cuando nos preparamos para la carrera”, expresó Sanz, piloto oficial KTM y quien el año pasado quedó en la historia de la carrera como la mejor mujer ubicada entre las motos con el noveno puesto. (DPA)