CHINA.- Fue un estallido que estremeció al mundo. El líder norcoreano, Kim Jong-un, se jactó de haber concretado el primer ensayo con una bomba de hidrógeno -más conocida como bomba “H”-, un arma de destrucción masiva más difícil de fabricar que una bomba atómica y, a la vez, con mayor capacidad de daño que la lanzada sobre suelo japonés durante la Segunda Guerra Mundial.

Por un lado, Corea del Norte celebró la prueba como un gran logro de su programa armamentístico. Por otro, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) disparó el alerta y realizará una investigación para determinar si, en efecto, se trató de una bomba “H” o de una tecnología nuclear ya utilizada por este país de Asia Oriental.

Entre los más preocupados están los gobiernos de Corea del Sur y de Japón, que limitan con Corea del Norte y mantienen una tensa relación diplomática con el excéntrico mandatario Kim. Más allá de las dudas sobre la veracidad del anuncio armamentístico, en la región tienen la certeza de que Pyongyang anhela convertirse en una potencia internacional mediante un efecto disuasorio con la tenencia de recursos nucleares. Incluso, hubo críticas de China y de Rusia, dos de aliados del régimen de Corea del Norte.

El gobierno norcoreano justificó el rearme alegando una supuesta presión por parte de Estados Unidos.

Esta fue la cuarta vez que hacen una prueba de estas características. El Consejo de Seguridad de la ONU ya había impuesto sanciones en el primer ensaño, en 2006, y ahora podría ampliar las penalidades.

El organismo difundió su interés por comenzar a trabajar “de inmediato” en las nuevas medidas en contra del gobierno de Kim, según destacó el embajador de Uruguay ante las Organización de las Naciones Unidas, Elbio Rosselli. “Esta prueba es una clara violación de las resoluciones del Consejo”, destacó.

El primer dato que se conoció respecto a estos ensayos llegó a través del Servicio Geológico estadounidense. Este organismo reportó un sismo de magnitud 5,1 puntos. Expertos de Corea del Sur ubicaron el epicentro a 49 kilómetros de Punggye-ri, lugar en el que Corea del Norte ya había realizado tareas nucleares. Kim dio la orden de que fuera llevada adelante a las 10 de su país, según reportes de la agencia estatal KCNA. “Permitan que el mundo observe al Estado fuerte, autosuficiente y con armas nucleares”, indicó en un manuscrito el joven líder.

La Casa Blanca dijo que los análisis iniciales sobre la actividad norcoreana no son consistentes con las afirmaciones de Pyongyang sobre un ensayo exitoso. Pero destacó que cualquier prueba nuclear es una “flagrante violación” de las resoluciones del Consejo de Seguridad. Además, funcionarios de inteligencia surcoreanos y varios analistas pusieron en duda que la explosión fuera una prueba completa de una bomba de hidrógeno.

El dispositivo activado tenía una potencia de alrededor de 6 kilotones (unidad de medida de la energía liberada en explosiones). “En vista de la escala, es difícil de creer que se trate de una bomba de hidrógeno real”, sostuvo Yang Uk, socio del grupo de investigación Foro sobre Seguridad y Defensa de Corea del Norte. “Pudieron haber probado un dispositivo de mediano rango entre una bomba atómica y una de hidrógeno, pero a menos que ofrezcan alguna evidencia clara, es difícil creer la afirmación”, agregó Yang.

Joe Cirincione, un experto nuclear que preside Ploughshares Fund, una organización de seguridad global, dijo que Corea del Norte podría haber mezclado un isótopo de hidrógeno en una bomba de fisión atómica normal. “Al tratarse, en efecto, de hidrógeno, podrían argumentar que es una bomba de hidrógeno”, comentó. “Pero no es una verdadera bomba de fusión capaz de generar la potencia masiva de múltiples megatones que producen estas bombas”. (Reuters-DPA-Especial)