Sencillo para algunos, demoledor para otros. La propuesta de la etapa 2 del Dakar 2016 (la primera de competencia efectiva, tras la malograda jornada del domingo) fue entre serranías y planicies, barrosas, con miles de charcos, por sendas polvorientas. Todo, dijeron algunos, con temperaturas que superaron los 50 grados. Un verdadero infierno en el que también hubo lugar para lo inesperado. Sorpresa por algunos líderes y puestos de vanguardia, como también por la prontitud con que la que aparecieron las dificultades para “monstruos” como Sainz, Al Attiyah y Roma.

Muy buen papel el de los argentinos en el inicio de la aventura, peleando por cosas importantes en las cuatro categorías. Hoy será el turno de acelerar en Tucumán. Y habrá que esperar más sorpresas. Porque los caminos del Dakar se ensañan con cualquiera.