Reivindicó su denuncia de fraude en las elecciones provinciales. Habló de los millones en efectivo que fueron trasladados en valijas desde un banco hacia la Legislatura. Cuestionó el uso de los fondos nacionales en planes de obras públicas, como el Más Cerca y Fondo Soja. Sin embargo, su voz ya no sólo enumera denuncias. El radical José Manuel Cano dejó de ser un parlamentario nacional de la oposición para convertirse en un funcionario del gabinete de Mauricio Macri. Desde ese lugar, el jefe de la Unión Cívica Radical en Tucumán habló con LA GACETA, en una serie de entrevistas que incluye al intendente Germán Alfaro (el diálogo fue publicado ayer) y al gobernador Juan Luis Manzur. “El anuncio de que los planes sociales continúan es del Gobierno nacional, no de la Provincia”, aseguró el titular del Plan Belgrano, proyecto que demandará millones de pesos en inversiones sociales y de infraestructura. Y afirmó que el manejo de las cooperativas no recaerá sobre los dirigentes políticos.
- ¿Qué balance hace de este año electoral intenso?
- Nos dejó un punto de inflexión: la concatenación de hechos que llevaron a la degradación institucional de Tucumán. (José) Alperovich y el oficialismo tienen una enorme responsabilidad. Había una tendencia que naturalizó estos excesos en los procesos electorales. El 23 de agosto, por primera vez, una fuerza opositora tenía posibilidades de ganarle al oficialismo. Entonces, ellos multiplicaron esa degradación del sistema electoral. Eso se puso en evidencia de una manera brutal: pago de votos, entrega de mercadería, acarreos, plata a cambio de votos... fue el clientelismo político en su máxima expresión. Me quedaron marcados los hechos de represión en la plaza Independencia (tras las elecciones), que siguen impunes. El pueblo no salió a apoyar a una fórmula: salió a decir basta por el hartazgo de la degradación política. Lo que toda esa gente logró es que los hechos tomaran trascendencia nacional, y ahora se discuta una reforma política.
- ¿Esto marca un punto final a un sistema de votación? ¿Puede obligar además a un cambio en la forma de gestión del oficialismo?
- No tengo dudas. Tomo con beneplácito el llamado a diálogo, pero no es para una foto. El radicalismo y el ApB van a exigir la normalización de los entes intervenidos, el acceso a la información publica y una ley que distribuya la pauta oficial de manera equitativa. Exigimos explicaciones por las valijas de la Legislatura, de igual manera.
- ¿Observa una intención del Gobierno provincial de propiciar cambios en el sistema político?
- El gobierno no tiene margen. Sea por conveniencia o por convicción, no les queda otra, luego de lo que ocurrido el 23 de agosto. Esos hechos no pueden volver a repetirse. Hay mensajes contradictorios. Por un lado, dicen que se puede reformar el sistema político; por otro, se duplica el presupuesto de la Legislatura (en 2015). Me parece una enorme contradicción. Lo mismo sucede con la reforma tributaria: se quieren recaudar $ 500 millones, cuando podría darse una vuelta de rosca a los gastos discrecionales (de los legisladores).
- ¿Cómo se trabajará con el Plan Belgrano?
- Vamos a trabajar muy duro. Nos convertiremos en fiscales y garantes de cada peso que ingrese a Tucumán, a Formosa o a cada una de las provincias. Nuestro objetivo es que no ocurra lo mismo que sucedió con el Fondo Soja o con el Plan Más Cerca. Esos planes no han resuelto los problemas de la gente. Cada peso debe usarse para mejorar la calidad de vida de los argentinos. Además de eso, como espacio político en la provincia, seguiremos trabajando para tener una Justicia independiente y que se terminen los hechos escandalosos, como el que involucra al ministro fiscal (Edmundo Jiménez) con la crisis judicial. Es un desafío a futuro.
- El resultado real de las urnas, ¿es el que finalmente fue avalado por la Corte Suprema tucumana?
- En el balance de todo lo que sucedió durante los comicios, hay un profundo reconocimiento a la Cámara en lo Contencioso Administrativo. Fue de un enorme coraje esa determinación, en una provincia donde hace falta que la Justicia se ajuste a derecho y enfrente al Gobierno. Por otra parte, creo que el propio Poder Ejecutivo propició el agravio. En las elecciones hubo una muestra contundente: la diferencia de votos que sacó el oficialismo entre el 23 de agosto y la siguiente elección del 25 de octubre, cuando (Daniel) Scioli sacó 100.000 votos menos. Creo que nadie puede soslayar el clientelismo y el sometimiento hacia los que cobran planes sociales. Sacar $ 200 millones de pesos (en valijas de la Legislatura) antes de los comicios... está claro dónde fue a parar eso. Y está claro que había una influencia en querer quebrantar la voluntad popular.
- ¿Siente que ha perdido?
- No. Para mí la lucha por las convicciones no está sujeta a un resultado electoral. Yo miro para atrás y veo que en 2007 era el único legislador de la UCR. En el 2009 fui senador, y después de 45 años recuperamos una banca. En 2011 fui candidato a gobernador, y además emergieron (Mariano) Campero en Yerba Buena y (Sebastián) Salazar en Bella Vista. Hemos tenido un crecimiento. En 2013, de los cuatro diputados obtuvimos dos; y pasamos de un 3% de votos al candidato a gobernador en 2007, al 40% en 2015. Todo es positivo. Lo que sí genera frustración es que las elecciones no hayan sido transparentes.
- ¿Siguen los planes sociales?
- Los anuncios en los planes sociales en los próximos días va a ser otra muestra de calidad institucional. Todas las cooperativas que hoy tienen nombre y apellido porque dependen de un legislador, concejal o intendente, esa intermediación se cortará. Los planes sociales los paga la Nación. Dijimos que no le íbamos a sacar los planes a nadie; eso se mantiene, lo que no vamos a continuar es con la intermediación de los dirigentes.
- Hace días, el Gobierno provincial hizo un relanzamiento del Argentina Trabaja y el Ellas Hacen...
- No. El ministro Yedlin dijo que los beneficiarios ya no iban a tener más chalecos. Son directivas desde la Nación. La continuidad de los planes no es un anuncio del Gobierno provincial, sino del Gobierno nacional. Las cooperativas no son patrimonio de ningún dirigente del oficialismo. Y nadie le va a vender una rifa o le va a tener que entregar la tarjeta a ningún puntero para cobrar. Son fondos nacionales y no van a tener intermediación para su aplicación.
- Lo que ocurrió en Tucumán durante y después de las elecciones de agosto, ¿influyó en el resultado de los comicios nacionales y en la decisión de Macri en nombrarlo en su gabinete?
- El vinculo con el PRO y Macri es anterior a las elecciones de este año. Pero Tucumán, sin dudas, marcó un punto de inflexión.