Fernando Pengsawath, uno de los policías baleados por los prófugos en las inmediaciones de Ranchos, continúa con pronóstico reservado para su salud. La otra víctima del ataque perpetrado a tiros en la madrugada del jueves, la agente Lucrecia Yudati, está consciente y anímicamente bien, evolucionando. Así lo reportó Marcelo Schieber, subdirector del Centro Médico Fitz Roy, del barrio porteño de Palermo.
Pengsawath, de 22 años, sufrió heridas de arma de fuego en el abdomen. Fue sedado y se mantiene con respirador artificial, indicó el profesional. “Hay que ser muy paciente, la evolución es lenta en los dos casos”, comentó Schieber, y ratificó que se mantiene el riesgo de que la agente Yudati pierda un pie.
A Pengsawath le salvó la vida la intervención de los médicos en el hospital de Chascomús. Allí le realizaron las primeras curaciones en el abdomen antes de derivarlo a la capital. El problema es que tiene varios órganos comprometidos.