BRASILIA/SAN PABLO.- Millares de personas marcharon ayer en más de 20 capitales regionales de todo Brasil para protestar contra el proceso con miras a destituir a la presidenta, Dilma Rousseff, y para pedir la salida del presidente de Diputados, Eduardo Cunha.

El acto más grande se realizó en San Pablo, donde los organizadores estimaron una asistencia de entre 70.000 y 100.000 personas. La marcha cerró parte de la Avenida Paulista, reducto tradicional de las manifestaciones populares. Los manifestantes vestían en su mayoría camisetas rojas, el color del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).

Los actos fueron convocados por la Central Única de Trabajadores (CUT), la Intersindical, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), la Central de Trabajadores y Trabajadores de Brasil (CTB) y la Unión Nacional de Estudiantes, entre otras organizaciones.

Según el presidente nacional de la CUT, Vagner Freitas, se realizaron actos en 70 ciudades de 26 estados del país.

“Es un acto cívico, un acto en defensa de la democracia, en defensa de la ciudadanía y de la libertad, por la salida de Cunha y por un cambio en la política económica”, dijo Freitas, citado por el portal UOL.

El dirigente dijo que cree que esta movilización fue la “mayor acción colectiva de las centrales sindicales y de los movimientos sociales” desde que el ex presidente, Fernando Collor de Mello, fue despojado del cargo en 1992 por denuncias de corrupción.

“Cada vez que la democracia y los derechos de los trabajadores están en riesgo, las centrales sindicales y los movimientos sociales brasileños han cumplido su papel y se unieron para defender esos derechos”, afirmó.

Fútbol y Parlamento

En Brasilia, la concentración tuvo lugar en el estadio mundialista Mané Garrincha, y según la agencia oficial de noticias ABR participaron millares de personas.

También en la capital del país hubo un acto en uno de los salones de la Cámara de Diputados promovido por diputadas, senadores y mujeres representantes de movimientos sociales, que catalogaron el intento de sacar a Rousseff como “golpe”.

Parlamentarios del PT, y de partidos aliados como el Partido Comunista do Brasil (PCdoB), entre otros, se unieron al acto de las mujeres y defendieron en sus discursos el mandato de Rousseff, afirmando que no existe ninguna prueba en su contra que justifique el pedido de destitución.

Cargo en riesgo

El proceso que puede derivar en la salida de Rousseff comenzó después de que Cunha acogiera, el 2 de diciembre, un pedido de destitución presentado por dos juristas con aval de partidos opositores. El pedido se basa en maniobras contables que, según esos juristas, violan la Ley de Responsabilidad Fiscal.

El presidente de la Cámara de Diputados también tiene su mandato en jaque, puesto que está denunciado por presuntos nexos con el escándalo de corrupción en Petrobras.

En Río de Janeiro, los actos se desarrollaron en el centro de la ciudad, y según pudo verse a través de las cámaras de televisión, participaron varios cientos de personas. La policía carioca no divulga estimaciones de público en este tipo de movilizaciones.

Las manifestaciones en defensa de la Presidenta ocurren tres días después de que se realizaran actos pidiendo su salida, que se desarrollaron en unos 11 estados del país y tuvieron una asistencia menor a la registrada en tres jornadas anteriores.