La Policía desbarató una banda de cordobeses y otra de salteños que intentaban vender en Tucumán camionetas de alta gama robadas en sus provincias de origen.

Un comprador se presentó en la División de Sustracción de Automotores de la Policía y contó lo que había sucedido. Dijo que se había contactado con un empresario cordobés para comprarle una camioneta. Se reunió con el vendedor, que estaba acompañado por un comprovinciano y acordaron el precio, pero a la hora de presentar los papeles, el cliente dudó por la experiencia que había sumado en los años que operó en el mercado de los autos usados.

Los pesquisas le pidieron al denunciante que acordara un nuevo encuentro para ver de qué se trataba. Una vez que llegaron los vendedores, los policías comenzaron a revisar la documentación que llevaban los vendedores. Así descubrieron que uno de los sospechosos contaba con dos DNI con identidades diferentes y el otro tenía un carnet de conducir con un nombre y en el documento que llevaba, otro nombre.

Mellizas

Los cordobeses habían llegado a la provincia con dos camionetas: una Chevrolet Tracker y una Toyota Hilux que habían sido sustraídas en Córdoba el 15 de octubre y el 9 de diciembre, respectivamente, por lo que ambas tenían pedido de secuestro. Los investigadores quedaron sorprendidos por la calidad de la documentación falsa de los vehículos.

“Contaban con títulos y certificados 08 que parecen ser originales. El primero de los autos tenía una tarjeta verde de una camioneta del mismo modelo que está radicada en la provincia de Neuquén. De esta forma queda conformado lo que vulgarmente se llama un auto mellizo”, aseguró el comisario Marcelo Sallas, que dirigió el operativo junto a Ángel Álvarez, segundo jefe de Sustracción de Automotores y que confirmó que también secuestraron una importante suma de dinero.

La pista de Alderetes

La investigación no culminó con las dos camionetas recuperadas. Los policías creen que esta banda podría estar vinculada a otra que también fue desarticulada semanas atrás en Alderetes. En aquella oportunidad, se secuestraron tres vehículos de una vivienda de esa ciudad.

La fiscala Adriana Gianonni, que ya logró que los acusados de estafa y robo de automotores quedaran detenidos, está analizando los próximos pasos que dará y que incluyen buscar más pruebas que confirmen que está ante una banda con ramas nacionales de venta de autos hurtados.

Tampoco se descarta que haya un intercambio entre tucumanos y cordobeses. Es decir, que los vehículos que se roben en la provincia sean ingresados al mercado de esa provincia para su venta.

Demasiado barata

Un profesional había soñado toda su vida comprar una Toyota Hilux. No tenía los suficientes ahorros para adquirir una cero km. y desde hace meses esperaba una oportunidad. Y el sábado creyó que el destino le había sonreído: una mujer domiciliada en un departamento céntrico le ofreció una camioneta de esa marca modelo 2015. Cuando se sentó a conversar con la vendedora descubrió que el valor era un 30% menos que los ofrecimientos que había recibido en la plaza. Ese porcentaje, en un modelo de estas características, representa nada menos que unos $ 150.000.

Desconfió y, por consejos de sus allegados, terminó pidiendo asesoramiento en Sustracción de Automotores. Los investigadores le pidieron que fijara un nuevo encuentro para analizar la camioneta. Lo hizo, pero en esta oportunidad no se presentó la mujer, sino dos hombres. Al requisar el vehículo, los uniformados descubrieron que tenía limados el número del motor y el del chasis. ¿Cuál fue el final? La Toyota fue secuestrada y los hombres, aprehendidos. En cuanto a la mujer, desapareció.

Ahora la Policía espera una autorización judicial para someter al vehículo a un proceso con el que podrán determinar cuál es su origen y quién es su propietario.

La fiscal Gianonni también deberá determinar si esta se trató de una operación casual o si está detrás de otra organización mucho más importante. El hecho de que tenga un centro de operación -el departamento céntrico de la mujer- genera sospechas.

Tiempos complicados

“Los compradores deben tener mucho cuidado con las operaciones que realicen. Hay gente inescrupulosa que está esperando la oportunidad para estafar a gente desprevenida”, comentó Sallas en una charla con LA GACETA.

Diciembre es uno de los meses donde históricamente se incrementa considerablemente el nivel de ventas de usados. Este movimiento también se transforma en un terreno fértil para que estas bandas capten sin problemas a las víctimas.

Según las estimaciones de los pesquisas, los estafadores tienen un cebo que es irresistible para muchos: normalmente ofrecen los vehículos entre un 10% y un 15% más barato que los precios que se manejan en plaza. “Lo hacen para no levantar sospechas. El caso de los salteños es clave: el cliente se dio cuenta de la maniobra porque la diferencia en el precio era mucho más que importante”, dijo Sallas.

“Toda persona que tenga dudas puede pedir asesoramiento gratuito en nuestra repartición”, explicó el comisario Marcelo Sallas, titular de la División de Sustracción que funciona en la planta baja del edificio de Junín 850. “Hay guardias las 24 horas al día, por lo que siempre podrán ser atendidos”, agregó. Sallas destacó además que en sus oficinas, los interesados podrán constatar si el número de chasis y de motor coinciden con los que aparecen en la tarjeta verde. Además, podrán confirmar si el vehículo no tiene pedido de secuestro en esta u otra provincia por diferentes motivos. “Siempre es preferible perder tiempo chequeando datos que terminar siendo víctima de una estafa”, concluyó el comisario.