BUENOS AIRES.- Juliana Awada y Mauricio Macri comenzaron a frecuentarse hace alrededor de seis, aunque se conocían del barrio, casi de toda la vida. Madre de Antonia, la cuarta hija del presidente electo, la diseñadora de modas complió un rol determinante en la campaña electoral y desde hoy será la primera dama argentina.

Durante casi una década, y hasta la noche de la separación con el conde belga Bruno Laurent Barbier (con quien tuvo a su hija Valentina), Juliana vivió en una residencia de la calle Ombú, al lado de la primera esposa de Macri, Yvonne Bordeu y madre de los tres hijos, y casi enfrente de la de su actual suegro, Franco Macri, en Barrio Parque.

Además, en todos esos años se cruzaron en los green de distintos clubes de golf -su hermano Daniel jugaba con Macri-, en los veranos de Punta del Este, pero fue en el Ocampo Wellness Club donde Awada y Macri iniciaron la relación. “No es que yo lo ví a Mauricio y me enamoré la primera vez. Pero cuando empecé a salir, inmediatamente sentí que era el amor de mi vida”, había explicado Awada en un reportaje.

Cuentan quienes lo rodean que Macri cambió, rotundamente, desde que la conoció.

Nacida en Buenos Aires el 3 de abril de 1974, Awada es hija de inmigrantes libaneses y sirios y sus hermanos son, los también empresarios, Zoraida y Daniel Awada, el actor Alejandro Awada –fuertemente enfrentado con Macri- y la artista plástica Leila Awada. 

“Tuvo una infancia y una adolescencia formadas con las costumbres de una clase media acomodada; sueños diseñados entre colores combinados, cortes, telas y modelos. Una educación bilingüe en un colegio inglés de Belgrano que ya no existe, el Chester College; un poco de hockey, pero mucho más de golf en el club San Andrés. Y después los viajes, Nueva York, París, los desfiles pret-a-porter, las tardes en las galerías de arte, algún curso de cocina, un viaje de estudios a Inglaterra, después del secundario, para estudiar Diseño y un matrimonio prematuro con Gustavo Capello, a los 23. Así fueron pasando los años”, destacó el diario Clarín.

Su mundo estuvo guiado por la empresa familiar que sus padres crearon en los años ‘60. Los roles en la familia se fueron dividiendo. “Mauricio tiene una figura importante en su papá, y yo en mi mamá”, comentó Juliana en un reportaje a “La Nación”.

Con sus casi 80 años, Elsa Esther Baker de Awada, también conocida como Madame Awada en el mundo fashion, es la nave insignia de la empresa que conduce junto a su hija mayor, Zoraida, a cargo de la comercialización, y Juliana, que traslada ideas de diseño y le dio una imagen más juvenil a la marca, que estaba demasiado estancada en el target ejecutivas de 35 años en adelante. Su hermano Daniel, dueño de “Cheeky” y “Cómo quieres ...”, está separado de la empresa familiar.

Desde hace seis años, cuando comenzó el romance con Macri se convirtió en una de las responsables del cambio de estilo que él mostró. “Junto a Awada, el ex presidente de Boca se afeitó el bigote, se acercó a la familia y a la meditación. Dice que ella adivina sus tensiones y su mal humor, y lo desarma en el acto”, añade el matutino porteño.

Awada y Macri contrajeron matrimonio el 16 de noviembre de 2010 en el complejo Costa Salguero 4 y fruto de esa unión nació su segunda hija y la cuarta de su esposo, Antonia, en 2011. 

El estilo de la futura primera dama es siempre sobrio y no tiene problema en alternar trajes y vestidos de su propia marca con modelos de Tramando, Ménage a Trois y otros diseñadores argentinos, como la ex mujer del padre de Mauricio, Evangelina Bomparola.

Tampoco se priva de vestir prendas de los grandes modistos internacionales como Valentino, Céline, o zapatos de Manolo Blahnick. Pero los puede intercalar con jeans desgastados y ponchos, incluso alguna camisa de la marca de bajo costo, H&M.

Para completar el look, siempre lleva el cabello largo, suelto o recogido en una cola. Le peina desde siempre Carmen, de la cadena Cerini de peluquerías. Tras el debate entre Macri y Daniel Scioli, la futura primera dama sorprendió a todos con un apasionado beso a su marido sobre el escenario. Desde entonces, todos comenzaron a preguntarse quién era Juliana Awada.