“Cruzar la Puerta Santa significa redescubrir la misericordia infinita del Padre que da la bienvenida a todos y que sale personalmente al encuentro con cada uno de ellos”. Así lo explicó el papa Francisco al dar inicio al Año Santo extraordinario de la Misericordia, junto con los primeros mil días de su pontificado.

El Papa inició el Jubileo extraordinario de la Misericordia tras abrir la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en medio de un estricto operativo de seguridad que no impidió que más de 70.000 personas presenciaran la ceremonia, según informó la Santa Sede.

“Esta es la Puerta del Señor. Ábranme las puertas de la Justicia”, dijo Francisco a las 11.09 locales (7.09 de Argentina) antes de abrir la Puerta Santa y luego de saludar al papa emérito Benedicto XVI, el segundo en atravesarla.

“Concede a todos los que cruzaran la Puerta de la Misericordia con ánimo arrepentido recibir la gracia del perdón”, dijo Francisco al entrar en la Basílica. Este inicio del trigésimo Jubileo de la historia, el primero temático y el primero en el que internet tendrá un papel protagónico, “pone en primer plano el primado de la gracia”, dijo el Papa.

Ante la plaza San Pedro colmada, Francisco pidió también “recordar otra puerta que, hace cincuenta años, los Padres de Concilio Vaticano II abrieron hacia el mundo”, al que describió como “un verdadero encuentro entre la Iglesia y los hombres de nuestro tiempo”.

“Un encuentro marcado por el poder del Espíritu que empujaba a la Iglesia a salir de los escollos que durante muchos años la habían recluido en sí misma,para retomar al camino misionero”, recordó Francisco, que afirmó que “el Jubileo provoca esta apertura y obliga a no descuidar el espíritu”.

Con la mirada puesta en la seguridad, se movilizaron ayer en los alrededores de la Plaza San Pedro 2.500 militares, 1000 policías y 900 voluntarios que se suman a los detectores de metales, el espacio aéreo cerrado y a las 250 cámaras de vigilancia que monitorearon la ceremonia de la que también participaron el presidente de Italia Sergio Mattarella y el primer ministro Matteo Renzi.

“Abandonemos toda forma de miedo y temor”, pidió el Papa ante miles de fieles movilizados por el pasillo armado especialmente desde el Castel Sant’ Angelo a través de la Via della Conciliazione. Durante el Año Santo, que concluirá al 20 de noviembre de 2016, los peregrinos que deseen tanto atravesar la Puerta Santa para obtener la indulgencia como hacer el recorrido a través de la avenida que desemboca en la Plaza San Pedro deberán registrarse en el sitio oficial www.im.va, que también servirá de apoyo para informaciones en lo que el promotor del Jubileo Rino Fisichella describió como “el primero en la era de internet y las redes sociales”.

Para los fieles que se acerquen a la capital italiana, el Vaticano dispuso un moderno centro de recepción en el número 7 de Via della Conciliazione (frente a la embajada argentina), donde podrán informarse de los eventos, registrarse para recorrer la Puerta Santa, obtener las entradas para las celebraciones en las que serán necesarias y también retirar el “testimonium”, el diploma que acredita la participación en el Año Santo.

Otro punto novedoso del primer Jubileo del pontificado de Francisco es que se pueda obtener la indulgencia en todas las diócesis del mundo sin tener que viajar a Roma, por lo que el próximo domingo 13 se abrirán las puertas santas en todas las catedrales del mundo según anunció el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin,

Durante su viaje por África en noviembre, Francisco había inaugurado simbólicamente la celebración de la misericordia con la apertura de la puerta santa de la catedral de Bangui, capital de República Centroafricana, a la que describió como “capital espiritual de la misericordia del Padre”. Francisco tendrá otros “gestos” un viernes por mes durante el Año Santo, con distintas visitas privadas, la primera de las cuales será el próximo 18, a un centro de Cáritas en la capital italiana.