El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon advirtió ayer del riesgo de que se produzca una “catástrofe climática” si no se llega a un acuerdo en la cumbre COP21 de París, que culminará el viernes. “El mundo espera de ustedes algo más que medidas a medias y acercamientos graduales”, advirtió Ban a los ministros que asumen la negociación de un acuerdo global. “Nos amenaza una catástrofe climática”, agregó.
Ayer, el presidente francés François Hollande recibió un manifiesto elaborado por 72 ganadores del Premio Nobel a favor de la protección del clima. La llamada “declaración de Mainauer” insta a la cumbre de París a “actuar con decisión para limitar futuras emisiones globales”, señaló la agencia DPA. “Si no nos oponemos a esto -indica el manifiesto- la Tierra no será finalmente capaz de satisfacer las necesidades de la humanidad y de satisfacer nuestra creciente demanda de alimentos, agua y energía”, dice el texto de declaración. “Y esto conducirá a una tragedia humana integral”. Un primer borrador presentado el sábado delineó opciones posibles y en algunos casos subrayó las brechas aún existentes entre los 195 países que participan de la cumbre. Ban se pronunció en su discurso inaugural sobre algunos de los temas más espinosos de los negociaciones, e instó a establecer un mecanismo único para asegurar que cada país cumpla sus promesas de limitar las emisiones de carbono. “Los países desarrollados deben estar de acuerdo en liderar, y los países en desarrollo necesitan asumir responsabilidad creciente en línea con sus propias capacidades”, dijo Ban en alusión al lenguaje utilizado en el borrador para referirse al financiamiento para los planes de mitigación de emisiones.
Por su parte, Hoesung Lee, director de la organización Panel Internacional para el Cambio Climático (IPCC), advirtió: “Si continuamos así, enfrentamos impactos severos e irreversibles: aumento del nivel del mar, sequías e inundaciones, escasez de agua y comida, por sólo nombrar algunos”. Mientras los países ricos en petróleo han bloqueado la meta de un aumento de 1,5 grados promedio de temperatura y otros sólo apoyan una meta de 2 grados por encima de los niveles preindustriales, los Estados insulares aumentaron la urgencia de sus declaraciones. “Nuestro futuro ya es desolado”, dijo Enele Sosene Sopoaga, primer ministro de la isla de Tuvalu. “Debemos eliminar urgentemente la emisión de gases de efecto invernadero. Cada aumento de temperatura superior a 1,5 grados significará la desaparición total de Tuvalu y otras naciones insulares”. “Si salvamos Tuvalu -enfatizó- salvaremos el mundo”.