Durante la campaña, Mauricio Macri y Daniel Scioli le hablaron al bolsillo del asalariado para captar su voto. La clase media creyó en las promesas de campaña y esperaba cerrar el año con entre $ 1.500 y $ 3.500 más que el Estado se queda por la imposición de Ganancias. Eso no ocurrirá. El Gobierno electo, el de Cambiemos, afirma ahora que los cambios en el impuesto pasarán a marzo.

¿Qué sucedió? Si bien Macri puede aducir que recibe una caja deteriorada, el argumento de mayor peso entre sus colaboradores es que no aplicarán más parches sobre Ganancias, sino que harán una reforma integral a partir del período fiscal 2016. Macri y los miembros de su gabinete no supieron manejar una cuestión casi esencial para el manejo de una economía creíble: las expectativas. Vieron cómo se infló el globo, que terminó siendo el primer paso en falso. No habrá regalo de Navidad desde el fisco.

¿Hay tiempo para dar marcha atrás? No es un problema de normas. Sólo basta con recordar que a fines de 2014, Cristina Fernández tomó esa medida mediante el decreto 2.354, exceptuando de Ganancias a quienes cobraban menos de $ 35.000. Es decir que la exención está a tiro de decreto, como lo esperaban 800.000 contribuyentes que pagan el impuesto al salario.