Ampliar las bocas de tormentas existentes, construir una fosa de captación antes del acceso al puente y un plan integral de desagües pluviales para la ciudad son algunas de las alternativas que baraja la Municipalidad capitalina para evitar que el agua se acumule de debajo del puente ferroviario Central Córdoba, convirtiendo la zona en una trampa mortal. Sin embargo, los funcionarios reconocen que hay que hacer algo de inmediato para evitar otra tragedia, como la que terminó con la vida de Hipólito Antonio Brozoski, el santacruceño de 57 años que murió ahogado el viernes a la noche cuando su camioneta quedó atrapada en la inundación.
La primera medida será bloquear el tránsito en las inmediaciones de 24 de Septiembre y Bernabé Aráoz en caso de tormentas, informó ayer Walter Berarducci, secretario de Gobierno de esta capital. “Ya tenemos orden del intendente, es una decisión tomada: cuando llueva, habrá personal de la Dirección de Tránsito que impida la circulación por la zona. Mientras tanto, estamos analizando algunas posibilidades”, explicó el funcionario.
Entre las opciones que se están considerando está la de construir una fosa de captación sobre la avenida Mate de Luna, en la intersección con la calle San Luis-Suipacha, para evitar que el agua acceda al bajo que se produce a la altura del puente. “Esta es una obra que se podría hacer, pero previamente hay que evaluar si los canales que pasan por ahí, uno por la calle San Luis y otro por 24 de Septiembre, soportarían o no el volumen de agua. Eso es lo fundamental: de nada sirve hacer bocas tormentas más grandes o fosas de captación si los canales a donde iría el agua no tienen la capacidad para hacerla escurrir”, explicó.
Otra de las alternativas que se analizan, según el secretario de Gobierno, es instalar un sistema de alerta automático, con señalización visual y sonora, que advierta cuando el agua haya superado determinado nivel. “Eso es algo que todavía estamos viendo, aún no sabemos si contamos con esa tecnología en el país”,
Mucha lluvia
El secretario de Obras Públicas, Luis Chrestia, atribuyó el doloroso suceso del viernes a la noche a la inmensa cantidad de agua caída en pocos tiempo y a la falta de obras de las gestiones anteriores, tanto del gobierno provincial como del municipal. “Estamos recién asumiendo y evaluando qué es lo que se tiene que hacer. Hay que hacer un estudio hidrológico, porque cayeron 70 mm de agua en menos de una hora, eso es mucha lluvia. Todo Tucumán tiene un déficit de conducción de agua de escurrimiento: los canales Norte, Sur, Yerba Buena, San José... El gobierno de (José) Alperovich no se preocupó de hacer obras de infraestructura importantes. Y en el gobierno capitalino, a nosotros nos llega agua no recogida de todas las zonas alrededor de la ciudad”, se despachó el funcionario.
LA GACETA intentó hablar con el intendente Germán Alfaro, pero desde el área de Prensa del municipio explicaron que el vocero autorizado para hacer declaraciones sobre estos temas es el secretario de Gobierno, Walter Berarducci.