WASHINGTON.- De repente, la sombra de un ataque terrorista, o con ribetes terroristas, desembarcó en los Estados Unidos de la mano de dos civiles de origen musulmán, irrumpieron a balazos en un centro de atención de personas con discapacidades, ocurrido el miércoles último en la ciudad de San Bernardino, en el Estado de California.

Por eso, no extraño que el presidente, Barack Obama, dijera ayer que aún se desconocen las causas del tiroteo que dejó 14 muertos, pero señaló que podría tratarse tanto de un acto de motivación terrorista como de un hecho de violencia en el lugar de trabajo. “Aún no sabemos por qué ocurrió este hecho terrible”, afirmó el mandatario tras reunirse con el Consejo de Seguridad Nacional en el Despacho Oval. “Es posible que tenga una vinculación terrorista, pero no lo sabemos”, admitió. “También puede ser que esté vinculado con el lugar de trabajo”, agregó.

El mandatario advirtió que llevará tiempo averiguar los planes y la motivación de los atacantes.

Según las informaciones disponibles, dos individuos, uno de 28 años identificado como Syed Farook y su pareja, Tashfeen Malik, de 27 años, irrumpieron en un centro público dedicado al trabajo con discapacitados mentales y abrieron fuego. Fuentes locales indican que Farook tuvo una pelea con trabajadores del Inland Regional Center que habían alquilado un espacio dentro del predio de la institución para hacer una celebración interna.

Farook abandonó furioso la celebración y, según citaron medios locales al jefe policial Jarrod Burguan, regresó poco después con una segunda persona, ambos armados y ataviados con trajes especiales. Burguan afirmó que se trató de un crimen que tuvo “cierta planificación”, mientras que el FBI no descartó que el hecho haya tenido un trasfondo terrorista.

Farook y Malik, que fueron abatidos en un tiroteo posterior con la policía, estaban “preparados” para llevar adelante su “misión”. Farook trabajaba desde hacía cinco años para las oficinas de Salud y estaba especializado en los efectos nocivos del medio ambiente. Malik nació en Pakistán y conoció a Farook, de nacionalidad estadounidense, en Arabia Saudí. La pareja contrajo matrimonio hace dos años y tenía una niña de seis meses.

Un sospechoso

Los investigadores dejaron trascender que Farook estaba en contacto con un sujeto que está siendo investigado por el FBI por terrorismo. De acuerdo con fuentes citadas por la cadena CNN, Farook dialogaba por teléfono y a través de las redes sociales con este sospechoso. Al parecer, Farook habría sido radicalizado, lo que explicaría su actuación del miércoles. (DPA-Especial)