Desde que el martes el Papa inició su misión pastoral en Kenia, Uganda y la convulsa República Centroafricana no ha dejado de reclamar una lucha más resuelta contra la pobreza y la desigualdad. “La pobreza y la falta de perspectivas son el medio de cultivo para la violencia, los conflictos y el terrorismo”. Ese fue -según la agencia DPA- el núcleo de las primeras reflexiones de Francisco en Nairobi, capital de Kenia, a cuyas autoridades instó a “mostrar preocupación real por las necesidades de los pobres”.

Pero no se quedó en palabras: fue notorio el contraste entre los autos de lujo de las autoridades keniatas y el pequeño Honda en el que el Papa se desplazó para saludar a los fieles. Y los prolíficos usuarios de Twitter de Kenia rápidamente dieron cuenta de ello. “Políticos ladrones llegan en sus 4x4 y Mercedes Benz para escuchar a @Pontifex que llega en un Honda. ‘Líderes’ sin vergüenza”, escribió @Kunj_Shah.

“El Papa tiene los pies en la tierra”, dijo Lucy Musyoka, de 48 años, quien desafió el diluvio para asistir a misa en la Universidad de Nairobi. “Es bueno que nuestros líderes tomen nota”, agregó.

Llamado al diálogo

El Papa también se dirigió a representantes de diversas religiones, les pidió que cooperen y actúen como “pacificadores”, y subrayó que el nombre de Dios “nunca se debe utilizar para justificar odio y violencia”. “Muy a menudo la gente joven se radicaliza en el nombre de la religión mostrando su desacuerdo y su temor”, dijo.

Por otro lado, Francisco instó a los líderes mundiales a alcanzar un acuerdo para combatir el cambio climático y la pobreza en la cumbre COP 21, que comienza el lunes en París.

Alertó -consigna Reuters- que sería “catastrófico” si prevalecen intereses particulares por sobre el bien común, o si la conferencia es manipulada por intereses empresariales.