BUENOS AIRES.- Lanús recibió un baldazo de agua fría. Luego de un partido trabado y muy disputado, cuando todo parecía indicar que todo terminaría en tablas, una palomita de Yamil Asad dejó sin nada al granate, que tienen la mente puesta en la semifinal de la Copa Argentina ante Boca. Para la "V" significó la redención, ya que venía de cinco partidos sin victorias.