Los concejales salientes de Yerba Buena volverán a verse las caras hoy, en principio, en la que será su segunda sesión del año y -tal vez- la última de este cuerpo. En la ocasión, tratarán el Proyecto de Presupuesto General de Gastos y Cálculos de Recursos de 2015, que desde el 29 de mayo se encuentra en el Concejo Deliberante de la Ciudad Jardín.
Según ese informe, que lleva la firma del intendente, Daniel Toledo, y de su secretario de Hacienda, Roberto Biscardi, hasta diciembre se prevén gastar más de $ 311 millones. De ese total, alrededor de $ 172 millones serán usados para los sueldos de los empleados municipales. Es decir, se empleará el 55% del presupuesto en remuneraciones.
El año anterior, las erogaciones totales ascendieron a $ 234 millones, y se destinaron $ 128 millones a los sueldos; es decir que el 54,7% de los gastos fue destinado a la partida de Personal. Estos últimos datos se desprenden del expediente de la Cuenta General de Inversión 2014, que también debe ser debatido por los ediles.
Números que hablan
En la Partida Principal 11 del Presupuesto -referida al personal- se observa que Toledo ha proyectado gastar $ 152 millones en los salarios del personal permanente, y $ 20 millones en los contratados. Lo llamativo de este último caso es que implica casi $ 25 millones menos en contratos que los fondos requeridos el año pasado.
En aquella ocasión, se emplearon $ 45 millones para los sueldos de los contratados y $ 82 millones para los agentes municipales enrolados en la planta permanente.
En el Presupuesto, se lee que la planta de personal permante posee 1.166 personas. Esto significa que se han incorporado en el último año 492 trabajadores antes contratados a la Municipalidad, ya que en 2014 había sólo 674 municipales efectivos. Allí puede estar una de las explicaciones sobre el cambio en las previsiones.
En 2014, en cambio, Toledo mantuvo invariable esa planta con respecto a períodos anteriores. El congelamiento de la planta se debió a que el Pacto Social, rubricado con el Poder Ejecutivo provincial, les impidió a los municipios que se acogieron a ese régimen incorporar nuevos trabajadores. En el caso de los gastos en Yerba Buena, los mayores incrementos recaen en las secretarías de Gobierno y de Obras Públicas. Para Gobierno, por ejemplo -cuyo secretario es hoy Rodolfo Ocaranza- se destinaron $ 36 millones. Para Obras Públicas -la dependencia a cargo del arquitecto Julio Herrera Piedrabuena- se presupuestaron $ 93 millones.
El Presupuesto comprende todos los recursos y gastos previstos para el ejercicio que comenzó el 1 de enero y que concluye el 31 de diciembre. En este caso, culminará durante la gestión del intendente electo, el radical Mariano Campero. Por ello, en los últimos días hubo una reunión en la Municipalidad, entre Biscardi y los colaboradores de Campero en el área económica. La intención es coordinar las acciones que tiendan a una entrega ordenada de la gestión. El intendente electo, a su vez, trata de establecer cuál es el grado real de compromiso financiero que tiene la intendencia. Además, sus asesores están trabajando en el diseño de un programa que tienda a prever la partida de ingresos en base a la recaudación existente, además del nivel de endeudamiento.
Durante la sesión, los ediles deberán también ampliar la adhesión de ese distrito a una ley que suplanta al pacto social.