Esta madrugada, alrededor de las 2.30, ingresaron dos padres con una menor al Hospital del Niño Jesús, de San Miguel de Tucumán, para una atención que no requería atención de alta complejidad. La madre y la nena fueron atendidas en la Guardia, mientras el papá se encontraba en la sala de espera, puesto que el protocolo establece que sólo un mayor puede acompañar al paciente.

Cerca de 20 minutos más tarde, el hombre comenzó a exigir ingresar a la sala de atención para ver a su hija. Intervino entonces un agente de la seguridad privada del hospital, quien intentó explicarle que era imposible. El diálogo subió de tono, de acuerdo al relato de un testigo, hasta que comenzaron los intercambios de empujones.

El agente se retiró pero logró su cometido. Sin embargo, al papá se le sumaron otros dos hombres y entre los tres golpearon las puertas de la guardia. Ingresaron y una vez adentro se trenzaron en una pelea con el personal de la seguridad. Debido a los gritos, intervinieron la mamá de la nena, enfermeros y médicos, quienes lograron calmar los ánimos.

Luego se solicitó la colaboración de los policías de la provincia, del destacamento ubicado en el hospital, quienes pidieron la colaboración de sus pares del Servicio de Emergencia 911. Éstos últimos trasladaron a los dos protagonistas de la pelea hasta la comisaría 2°, en donde se presentaron denuncias mutuas, informaron las fuentes consultadas. 

Atención de riesgo

En el arranque de septiembre, en este mismo centro de atención se produjeron dos hechos similares. El primero de estos incidentes sucedió el domingo 6, a la madrugada. "Cerca de las cuatro llegó una mujer que traía a su hijo porque le habían disparado en la cabeza. Muchas veces ni siquiera escuchan lo que les decimos sobre la salud de sus hijos. En este caso la madre del niño salió a la vereda y comenzó a romper todo lo que tenía cerca", explicó una doctora.

El segundo incidente que afrontaron los médicos ocurrió el lunes 7, a la tarde. "Nos trajeron una niña con una cardiopatía severa pero los familiares que la llevaron a la guardia no sabían explicar qué patología tenía. Esta paciente estaba de visita en Tucumán y la derivaron de un CAPS del barrio 11 de Marzo. La trajeron a las 16.45 y a las 17.30 murió por un paro cardíaco. Hicimos todos los trabajos de reanimación, pero no pudimos salvarla", lamentó otra de las profesionales entrevistadas por este diario.

Los familiares, según las médicas, entraron por la fuerza a la sala de shockroom y se enfrentaron con los guardias, quienes intentaban sacarlos para que los médicos pudieran trabajar. 

En ese forcejeo rompieron el vidrio de una puerta y arrancaron una de las hojas la puerta vaivén de la sala de shockroom. Pero las agresiones no concluyeron ahí porque más familiares de la paciente que acababa de fallecer intentaban entrar por la fuerza a la guardia. Los guardias llamaron al 911, que envió a tres motoristas quienes, junto con los efectivos de la seguridad del hospital, consiguieron controlar el incidente.