No sólo Los Pumas tuvieron día libre en el Mundial de Inglaterra: los simpatizantes también. Seguramente el desgaste de los hinchas no fue igual al que tuvieron los jugadores que enfrentaron a los campeones del mundo. Tampoco será la misma cantidad de días para recuperarse, pero el físico también quedó con algunas secuelas del “trabajo” realizado en las tribunas. “No puedo hablar porque perdí la voz de tanto cantar”, contó Fernando Ragone. El tucumano, ex jugador de Los Tarcos, vive en Toronto junto a sus amigos, esos que el desarraigo le regaló, Rodrigo Otero y Juan Miquilarena. Juntos fueron a las tierras inglesas sin calcular lo que están viviendo. “Vimos el partido a la par de unos ingleses y me compraron una cerveza. La mayoría estaba haciendo barra por Argentina; no los conocíamos, pero les enseñamos algunas canciones”, describió Ragone.

Bien diferente al panorama que se vive en otros deportes, en el Mundial de rugby Argentina e Inglaterra pueden funcionar como un tándem. “En este buen trato puede tener que ver que ellos no quieren que los All Blacks ganen”, explicó “Pato”. Y claro, no hay que ser ingenuos: mientras peor le vaya a Nueva Zelanda, mejor para Inglaterra porque son la principal amenaza para que no se produzca el Mundial perfecto en casa, levantando la Webb Ellis. El sorteo de grupos, con Los Pumas en la misma zona de los All Blacks, hizo que los ingleses, casi, casi, fuesen el hincha argentino número 16. “Nos están tratando de maravilla. En la cancha estaban sentados al lado de nosotros. Nos ven con las remeras, nos saludan y nos desean suerte”, describió Juan.

Para los simpatizantes, a diferencia de Los Pumas, el trabajo regenerativo se basó en paseos. La jornada gris obligó a cuidar la garganta que debe estar óptima para el viernes cuando sea el momento de alentar ante Georgia. “Vamos a ver Australia-Fiji en Cardiff”, detalló Ragone. No será de la misma magnitud, pero algún grito se escapará en medio de tanta euforia.

Otros que aprovecharon para recargar pilas fueron Jorge Ghiringhelli y su hijo. Recorrieron Colonia, Bruselas y Londres como para descomprimir un poco el corazón que de Wembley pasó a “Moo Cantina Pimilico” donde se realizó el post partido de Los Pumas y tuvo el privilegio de percibir el ánimo “puma”. “Estaban re bien. Por lo único que se lamentaban, era porque casi sacamos puntos bonus”, comentó “Pantera”. La diferencia en la derrota de 10 ante los hombres de negro, dejó a Argentina arañando por tres puntos ese bonus tan deseado.

Como los otros colegas de esta gran pasión, Ghiringhelli no siente hostilidad inglesa alguna. “Es que el espíritu del rugby es alucinante”, se maravilló. “La gente es de primera. Sobre todo en Londres, el trato es excelente”, describió “Pantera”.