La venta ilegal ascendió a $ 4.396 millones en agosto de este año. El dato correspondió a un muestreo que realizó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en más 450 ciudades del país, que concentraron el 78,6% de la población total.

La entidad presentó ayer el relevamiento nacional, en el que reflejó que en la provincia hubo un aumento de un 3,4% de la cantidad de puestos callejeros, un 4% del número de “saladitas” o ferias comerciales, y un 2,3% de los denominados manteros, comparado con el trabajo de marzo pasado.

En esa linea, la capital tucumana se ubicó en el puesto nueve entre las 15 primeras ciudades del ránking elaborado por la entidad, según la cantidad de puestos ilegales, entre manteros y “saladitas” que ofrecieron discos compactos grabados, indumentaria y alimentos preparados, entre otros productos. La nómina fue liderada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), seguida por Lomas de Zamora, en el Gran Buenos Aires.

La cantidad de vendedores ilegales creció un 5,1% en los últimos cinco meses en el territorio nacional. En el mes pasado, se detectaron 77.909 vendedores en 454 ciudades relevadas de la Argentina, con ventas mensuales estimadas en $ 4.396 millones. Además, en 129 de esas ciudades se encontraron 560 ferias tipo “saladitas”, una modalidad de venta que continúa invadiendo el país, dijo el informe de la CAME.

“Frente al relevamiento de marzo de 2015, se encontraron 3.759 vendedores ilegales más. El crecimiento más fuerte de la venta ilegal en estos meses se registró en la modalidad manteros, ya que los incrementos de los alquileres en los puestos de muchas ‘saladitas, generalmente manejadas por las mafias, llevó a que muchos vendedores trasladen sus puestos a las calles”, apuntó la Confederación.

Según proyectó el sector, el comercio informal generó en un año ventas por $ 52.751 millones. “Sólo este segmento visible de la venta ilegal, equivale a un 10,2% de las ventas minoristas realizada en calles y avenidas por el comercio formal, lo que significó no sólo un enorme perjuicio sobre el comercio, sino sobre las arcas del Estado. Sólo en concepto del impuesto del IVA, se pierde de recaudar más de $ 11.000 millones al año”, detalló.

Entre las características generales en este tipo de modalidad mercantil, se remarcó que ha crecido aun más la comercialización a través de las redes sociales. Por ejemplo, mediante la aplicaciones tipo Whatsapp, se conformaron grupos cerrados “que se popularizaron de boca en boca para la venta directa de todo tipo de mercadería o se promocionan ferias americanas o encuentros particulares en casas de familias, bares o lugares elegidos”.

“Las fechas especiales vienen generando una invasión de venta ilegal en todo el país. En el mes pasado, se sintió muy fuerte durante el Día del Niño. Todas las ciudades afectadas por ilegalidad se vieron desbordadas de vendedores de juguetes, indumentaria, mascotas y productos electrónicos en las calles y avenidas comerciales. Lo mismo sucedió en el verano y durante el Día del Padre”, expresó el trabajo.

La CAME también señaló que hay comercios y vendedores formales que, frente a la falta de controles, se trasladaron a los formatos informales. “En agosto muchas ciudades manifestaron preocupación por este salto a la ilegalidad de algunos comercios, debido a la competencia desigual”, finalizó.