Durante todo el domingo hubo rumores de que la Corte Suprema de Justicia de Tucumán iba a fallar. Por eso, los militantes del oficialismo se mantuvieron expectantes a lo largo de toda la jornada en la plaza Yrigoyen, frente a los tribunales, donde pernoctan desde la madrugada del jueves. En las últimas horas del miércoles se había conocido el fallo de la Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, que disponía la anulación de la elección de agosto y la convocatoria a nuevos comicios.

Murgas, recitales, choripaneadas, mateadas y repetición una y otra vez de la marcha peronista se sucedieron a lo largo de un domingo diferente frente a la sede judicial. Allí, a los gazebos y las carpas se les sumaron juegos infantiles y entretenimientos para los niños, como peloteros y plazas blandas aportadas por los referentes del Frente para la Victoria.

Los vocales titulares René Goane (decano y preopinante) y Daniel Posse, y los camaristas civiles Carlos Ibáñez, Benjamín Moisá y Raúl Bejas trabajaron durante todo el fin de semana con la intención de finiquitar el caso lo antes posible. Ayer, lo hicieron con la música de fondo de los manifestantes, los recitales y las bombas de estruendo. En más de una ocasión, los dirigentes que acampan y aquellos funcionarios, legisladores y concejales que van y vienen festejaron por anticipado, convencidos de que el fallo “estaba listo” y a punto de ser firmado y difundido.

El ánimo en la plaza Yrigoyen había cambiado con el correr de los días. De la tensión y los mensajes intimidatorios de los primeros días, luego del fallo que declaró nulo el triunfo del alperovichismo, a la algarabía y la cordialidad. Hasta la consigna mutó durante el fin de semana. Ayer se habilitaron shows para niños, espectáculos musicales y hasta se dispuso una limpieza integral del paseo público. De hecho, los militantes se ordenaron incluso para barrer la vereda del Palacio de Tribunales.