Por estas horas, Inglaterra es multicolor. Por eso es que las 11 ciudades que reciben los partidos de la Copa Mundial de rugby podrían ser patrimonio de cualquier país del mundo. Las banderas de varias naciones flamean.
A Argentina le correspondería “adueñarse” de Londres. Por la capital del país andan varios representantes de “El Jardín de la República”. Pablo Acuña es uno de ellos. El ex entrenador está viviendo emociones que ni rozan lo que sentía en el rol de técnico. “Es la primera vez que veo la Rugby World Cup en vivo y en directo. Es una emoción muy fuerte para alguien que vive apasionadamente el rugby”, describió Acuña que junto a su señora transitan el intenso camino de la ansiedad por el debut. “El partido es muy difícil porque, en los papeles, Nueva Zelanda es casi invencible”, analizó.
Lo mismo deben haber pensado en Japón hace un par de horas atrás. Sin embargo, Sudáfrica, el invencible, sufrió la fuerza de la nación del sol naciente. “Dieron la primera sorpresa”, resalta Acuña.
“Los Pumas pueden seguir rompiendo el Prode”, se entusiasmó Aníbal Terán. El ex jugador de Tucumán Rugby entrará a las tribunas de Wembley también pensando en que las hazañas son posibles en esta Copa. “Con lo de Japón puede pasar cualquier cosa”, se ilusiona Terán que disfruta de la cita mundialista junto a su padre y un amigo.
Otro que pisó cada cancha tucumana y hoy también ocupará un lugar en Wembley junto a su esposa es el ex medio scrum de Tucumán Lawn Tennis, Facundo Rodríguez Prados. “Será un Mundial con sorpresas”, diagnosticó. Y rápido aclaró: “se que lo digo con el diario del lunes en la mano porque ya sabemos lo que pasó con Japón”. La derrota de Sudáfrica generó efectos colaterales en los equipos que en la previa no son favoritos. Los Pumas son uno de ellos y nada le impide a Rodríguez Prado ilusionarse. “Pueden dar el batacazo. Pasará mucho por la concentración y la defensa. Es un rival con pocos defectos y hay que tener un partido 10 puntos para ganarles”, analizó.