En la lógica partidaria, existe un principio tácito del peronismo que fundamenta que las plazas públicas políticamente “le pertenecen”. Cada vez que ocurrió un acontecimiento que benefició o perjudicó al movimiento creado por Juan Domingo Perón, las plazas fueron la caja de resonancia de alegrías y protestas. Luego de las elecciones del 23 de agosto, la plaza Independencia fue “ganada” por los tucumanos indignados con el resultado electoral y por el un sector del campo. Y así lo entienden los seguidores de Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, quienes reconocen que “perdieron” el principal paseo público. No obstante, saben que ganaron otro, aunque paradójicamente se trate de la plaza Hipólito Yrigoyen, lugar donde se erige el monumento de uno de los máximos líderes de la Unión Cívica Radical (UCR). Allí miles de peronistas acampan a la espera de un fallo de la Corte Suprema que revierta la sentencia de la Cámara en lo Contencioso Administrativo que anuló los comicios celebrados hace tres semanas.

A las 15 de ayer, el humo de las parrillas y el olor a carne asada se percibían desde una cuadra a la redonda. Carpas estructurales y pancartas con los nombres de candidatos que participaron en los comicios tapaban cualquier atisbo del verde que intentaba filtrarse entre las lonas. Cualquier turista desprevenido que caminara por el lugar podría haber supuesto que se trataba de una feria regional, como la que cada fin de semana ofrece a los tucumanos la Municipalidad de Simoca.

Con batucadas y músicos en vivo, los militantes peronistas de varias localidades amenizan las jornadas a la espera de un fallo favorable de la Corte.

En una pequeña carpa estructural, dirigentes de la comuna Los Sarmientos y Las Tipas reniegan por la sentencia de los jueces Salvador Ruiz y Ebe López Piossek. “Estamos aquí desde el miércoles porque venimos a defender nuestro voto. Queremos decirles a esos señores jueces que el voto del interior también vale. Si nosotros somos más, (José) Cano tiene que respetar la voluntad de la gente que lo votamos a Juan Manzur y a Osvaldo Jaldo”, expresó la dirigente Ester Pereyra. A su lado la escuchaba atentamente otro dirigente de Los Sarmiento y Las Tipas, Jorge Flores, quien resultó electo comisionado comunal de acuerdo a los datos arrojados por el escrutinio definitivo.

Para los dirigentes de San Pedro de Colalao que también montaron su carpa sobre la plaza Yrigoyen, el fallo de los jueces Ruiz y Piossek “es político”. “Es una sentencia tendenciosa porque no se respetó la voluntad popular”, apuntaron Walter Mamaní, Gloria López, “Cachi” Gramajo y Marcela Pérez.

Al lado del monumento a Yrigoyen, el concejal de la capital Ernesto Nagle (no logró retener la banca en el Concejo capitalino de acuerdo con el escrutinio definitivo) mantiene su “búnker” de lona post electoral. Entre mate y mate, el alperovichista se queja de la decisión del diputado Cano de “llevar a Tucumán a una situación límite”. “Vamos a defender hasta las últimas consecuencias el voto de la gente. La Corte tiene que fallar en contra del voto de la Cámara porque nadie quiere que Tucumán sea intervenida. La irresponsabilidad de Cano ha hecho que hoy estemos viviendo una situación límite”, fustigó Nagle.

En la plaza Urquiza también un nutrido grupo de militantes del PJ aguardaban definiciones en la Corte Suprema. Con una olla popular, los dirigentes justicialistas compartieron una cena el jueves por la noche. Algunos durmieron en las carpas que instalaron para guarecerse del frío y esperaron el relevo de otros “compañeros”.