GUERRERO, IGUALA.- Los familiares de los 43 estudiantes de la escuela normalista de Ayotzinapa desaparecidos hace casi un año en Iguala, en el estado mexicano de Guerrero, consideran que el supuesto miembro del cartel Guerreros Unidos detenido este miércoles es "una pieza" clave para determinar la suerte que corrieron los jóvenes, en la misma jornada en que antopólogos argentinos advirtieron que la identificación de los restos del segundo de ellos "no es concluyente".

El abogado de los familiares de los 43 jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, Vidulfo Rosales, dijo hoy que Gildardo López, alias "el Gil", forma parte del cártel de Guerreros Unidos y se mostró convencido de que podrá esclarecer el secuestro y presunto asesinato de los estudiantes. "Por supuesto que tiene información privilegiada que puede ayudar", apuntó el letrado tras asegurar que la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) ahora "necesita trabajar fino (...) para llegar a la verdad", según consigna la agencia Efe.

El comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, señaló ayer al "Gil" como uno de los autores materiales de la desaparición de los jóvenes y "jefe de un grupo dedicado a la extorsión y a la distribución de droga", especialmente en Iguala y Cocula.

Según la versión de la PGR, el 26 de septiembre de 2014 un grupo de policías a sueldo de Guerreros Unidos disparó en Iguala contra decenas de estudiantes por órdenes del entonces alcalde, José Luis Abarca, supuestamente para evitar que sabotearan un acto oficial.

En ese ataque murieron seis personas, entres ellas tres estudiantes, 43 jóvenes fueron detenidos por los policías y entregados a miembros de Guerreros Unidos, quienes los asesinaron y quemaron sus cuerpos en el basurero de Cocula, agrega la hipótesis de la fiscalía.

La afirmación de Sales se basa en que el líder de ese cártel, Sidronio Casarrubias, detenido en octubre pasado, declaró a las autoridades que el "Gil" le informó aquella noche, a través de un mensaje de texto telefónico, de un enfrentamiento en Iguala, que atribuyó al grupo rival Los Rojos. Por ello, Casarrubias ordenó hacer desaparecer a los jóvenes para defender su territorio, una instrucción que el "Gil" dio a Felipe Rodríguez Salgado, alias "el Cepillo" y capturado en enero pasado, quien presuntamente los quemó en el basurero.

De acuerdo con las declaraciones del "Cepillo" a la PGR, al día siguiente, por órdenes del "Gil", regresó al lugar para recoger las cenizas y arrojarlas en bolsas de basura al río San Juan. La otra noticia sobre el tema que destaca en la jornada es el comunicado del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) que califica de "no definitorio" al estudio del laboratorio de la universidad austríaca de Innsbruck que afirma haber indentificado al estudiante Jhosivani Guerrero de la Cruz a partir de los restos hallados en una de las bolsas lanzadas al río.

"El EAAF no estuvo presente en el momento en que buzos y peritos de PGR mencionan haber recuperado el 29 de octubre del 2014 una de estas bolsas del Río San Juan", señalan en el documento, en el que agregan que tampoco estuvieron cuando se recogió el fragmento de hueso con el que se identificó al primer estudiante, Alexander Mora Venancio.

El equipo argentino señaló que, aunque el trabajo del laboratorio de Innsbruck "es de alta calidad científica" desde el inicio, "no se logró obtener perfiles genéticos de ADN nuclear en 16" de las 17 muestras enviadas en 2014, "debido al alto grado de deterioro por alteración térmica y fragmentación de las mismas". La muestra restante es con la que lograron identificar a Mora.

Las otras 16 muestras fueron sometidas a otras pruebas y el laboratorio logró obtener de dos de ellas "ADN mitocondrial" que correspondía a Mora y a Guerrero de la Cruz. Sin embargo, los peritos argentinos sostuvieron que la concordancia con el segundo es "baja en términos estadísticos".

El informe presentado por el laboratorio de Innsbruck arroja 72 puntos de coincidencia genética en el caso de Jhosivani entre los restos encontrados y el ADN de sus familiares, mientras que en el de Alexander la cifra es de 1.201.

El EAAF destacó, además, que existen "serios interrogantes sobre el origen de las muestras analizadas" en Innsbruck. En ninguno de los dos casos provienen de restos recuperados en el basurero de Cocula, sino de la bolsa supuestamente hallada a la vera del río San Juan, la cual ya estaba abierta cuando el equipo llegó al lugar.

El abogado de los padres de las víctimas, Rosales, dijo hoy a Radio Fórmula que uno de los objetivos del encuentro del próximo jueves con el mandatario es obtener su compromiso para que se creen fiscalías específicas para este caso, "que puedan conducir la investigación".

Una de las fiscalías estaría centrada en la investigación, otra en la búsqueda de los jóvenes, una más trabajaría sobre los probables responsables y otra indagaría "respecto a responsabilidades que pudieron incurrir funcionarios" de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía), precisó.