INVESTIGACIÓN
PERÓN Y LA TRIPLE A
SERGIO BUFANO Y LUCRECIA TEIXIDÓ
(Sudamericana - Buenos Aires)
El 8 de septiembre de 1973 tuvo lugar la reunión convocada por Perón en su casa de Gaspar Campos de la que participaron unos 40 jóvenes que comandaban o integraban organizaciones en lucha contra las Fuerzas Armadas y de seguridad y cualquiera que se opusiese, pasiva o activamente, al accionar de un posicionamiento revolucionario. Era el plan concebido por el creador y líder absoluto del partido y comunicado a sus seguidores periódicamente, en Madrid que, sostenía, llevaría al saneamiento social y político del país a partir de su retorno y el acceso a un tercer mandato presidencial. Pero las cosas, desde hacía bastante, se habían desbordado. En medio de hechos de suma violencia, un ejemplo muy claro fue la masacre de Ezeiza.
De modo que trató de convencer a “los muchachos”, como los llamaba, de que, una vez llegado al gobierno, debían abandonar la metodología violenta y asumir un comportamiento acorde con la democracia. Prometió su apoyo a iniciativas como la práctica deportiva, la creación de clubes, las reuniones barriales, el dictado de clases de enseñanza política, etc. Los convocados no podían creer lo que oían: palabras y propuestas “bonachonas” de quien los había adoctrinado con una revolución, dichas ahora a quienes planificaban el enfrentamiento de cada día y que, como prueba, habían dejado guardado, en sus autos estacionados alrededor de la residencia, un arsenal compuesto por armas de guerra, incluidas ametralladoras y granadas. Los invitados se retiraron, pues, con inocultable desaliento, que no mucho después se incrementaría al ser echados de la Plaza de Mayo, calificados por el líder como “estúpidos e imberbes”.
El libro lleva como subtítulo Las 20 advertencias a los Montoneros, una serie de crecientes amenazas a los grupos de izquierda. Cada advertencia es un capítulo y cada uno de ellos implica una escalada de severidad, desde el consejo casi amigable de abandonar la violencia hasta la decisión furibunda de implantar la represión dura “con todos los elementos que están a nuestro alcance”. Pero aún sobrevendrán episodios peores, tras la muerte de Perón, a quien sucede su mujer, Isabel, y entra en escena López Rega, que crea la Triple A, asociada a sectores sindicales. El asesinato y la tortura, cometidos por bandos de múltiple signo, se potencian y la guerrilla emprende virulentos ataques a dependencias del Ejército.
El texto de Bufano y Texidó incluye una cronología muy detallada de hechos, basándose en fuentes que ocupan más de 70 páginas.
© LA GACETA
WILLY G.BOUILLON