¿Por qué estalla la violencia en este contexto electoral? Las respuestas de los protagonistas del intríngulis de las elecciones están teñidas de emociones partidarias e ideológicas. ¿Se puede entender el porqué de lo ocurrido el lunes en la plaza Independencia, donde la protesta por lo ocurrido en los comicios fue reprimida con gases lacrimógenos y balas de goma?
Visiones de la violencia
La socióloga Lucía Cid Ferreira, que estudia los contextos de violencia en el Centro de Investigaciones Sociológicas de la Facultad de Derecho, opina que lo que estalló “fue una gran indignación frente a un proceso electoral lleno de irregularidades e ilegalidades, muchas de las cuales fueron lamentablemente naturalizadas (aceptadas como “normales”) en los últimos años, en el ámbito de la política. En ese proceso de naturalización, esas prácticas han crecido en magnitud, salieron de todo cauce, desembocando finalmente en una gran injusticia, que es la probable desvirtuación de la genuina voluntad popular. La violencia primera es la violencia perpetrada, de esta manera, por los sectores políticos más poderosos contra el voto popular, para su propia conveniencia”.
En cambio, el doctor en Ciencias Políticas Juan Pablo Lichtmajer, rector de la universidad San Pablo T, considera que “la elección no estuvo signada por la violencia general. El comicio fue tranquilo más allá de los graves incidentes en San Pablo y preocupantes en otras localidades, pero no fue una situación de violencia generalizada. No estuvo bien que la oposición provincial pida la interrupción del comicio en el Correo Argentino; eso generó un clima tenso, que no ayuda. Hay que respetar el proceso del escrutinio y acatar los resultados”. A su juicio, “no hay elementos para hablar de fraude electoral”, pero “el sistema electoral debe ser analizado y modificado de modo participativo y profesional”.
Contexto dificultoso
Tampoco Lichtmajer cree haya un clima de crispación en estos momentos. “Más que crispación hay que tener calma y esperar los resultados de los comicios”, dice. Cid Ferreira, por su parte, piensa que a esta situación “debe haber contribuido el malestar que sienten diversos sectores frente a un contexto económico dificultoso, de menor actividad económica y de retracción de las oportunidades laborales, que afecta también a las clases medias. Se observan problemas generados por las políticas económicas, tanto nacionales como provinciales, dirigidas a algunos sectores, como por ejemplo, el campo, la universidad pública, o la eterna injusticia para con los jubilados.”
Críticas a la Policía
En lo que ambos coinciden, del mismo modo que el mundo político general, es en criticar la represión policial del lunes. En el medio del reclamo de los ciudadanos que denunciaban fraude y pedían nuevas elecciones frente a la Casa de Gobierno, alguien tiró una granada de gas lacrimógeno desde el palacio de gobierno. A partir de allí, hubo represión. Actuó la policía a caballo, hubo más gases, balas de goma de un lado y pedradas y naranjazos del otro, que dejaron un saldo de 10 adultos y dos niños lesionados y 11 personas detenidas. El jefe de Policía, Dante Bustamante, quien estaba en la Casa de Gobierno, dijo que los uniformados no reprimieron, sino que se defendieron.
La fiscala María de las Mercedes Carrizo pidió que el funcionario policial fuese detenido, pero la solicitud fue rechazada por el juez Víctor Manuel Pérez.
“Las fuerzas de seguridad nunca debieron reprimir la manifestación. Se deben investigar en profundidad los hechos. En la última década el gobierno nacional no ha ordenado reprimir manifestaciones, es un derecho adquirido y debe ser respetado”, opinó Lichtmajer.
Pero Cid Ferreira va más allá. Para ella, lo hecho por la Policía no fue sorprendente. “La policía desarrolla su actividad en un ámbito represivo para ella misma y para los demás. Su lógica primigenia es la represiva. No tendría que ser necesariamente así, pero es lo que resulta funcional a los poderes políticos (y también económicos). Como los mismos no están realmente interesados en eliminar las grandes desigualdades sociales que generan conflictos y violencia, les queda acudir a la represión para mantener el statu quo”.